Capítulo 2

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La cita


Faltaba una hora para la cita y Sara estaba muy nerviosa, no sabía que ponerse, un vestido, un pantalón, una falda.
Empezó a agobiarse, se sentó en la cama y se puso música a todo volumen, la música estaba demasiado alta y el vecino empezó a dar golpes, Sara no se enteraba y no le dio importancia, al final decidió ponerse una camiseta roja, unos vaqueros y sus zapatillas blancas con plataforma, se puso un poco de gloss. Fue al baño a terminar de arreglarse, se peinó, se puso colonia, cogió dinero y salió de casa para ir andando al parque.

**Mientras tanto en casa de Rodrigo**

Rodrigo:(Tengo que quitarme el uniforme de clase aún, desde que he llegado a casa solo he comido y jugado todo el día a videojuegos, debería cambiarme).

Cogió un mando que tenía al lado de la estantería, le dio al botón de encender, sujetó el libro de historia, lo arrastró hacia atrás y se abrió una puerta secreta, frente a él había una pantalla de ordenador y un teclado, dónde tras pensarlo un poco decidió escribir "ropa de calle", pasaron unos segundos y apareció una cinta mecánica con un conjunto cómodo, una camiseta morada, una sudadera del mismo color y unas converse. Se acercó a la ropa y se la puso, cerró la puerta secreta y se miró al espejo que tenía en el baño, se peinó y se echó colonia.

Rodrigo: ¡Ya estoy listo!

Salió de casa con un poco de dinero y fue al parque donde había quedado con Sara.  Conforme se acercó a la puerta del parque vio una silueta conocida, era Sara, Rodrigo la miró desde lejos, de arriba a abajo y pensó "qué linda está, le queda muy bien el rojo", suspiró sacudió la cabeza y dio un rodeo para sorprenderla, se fue acercando hasta que estaba justo a un metro de ella, le llegaba el olor de su perfume, se acercó y le puso la mano en el hombro, Sara se asustó y se dio la vuelta rápido.

Sara: Hola Rodrigo, que susto más grande me has dado - dijo mientras se llevaba la mano al pecho de la impresión.

Rodrigo: Jajaja, hola Sara, perdona por el susto, no fue mi intención asustarte.

Sara: Pues no lo ha parecido.

Rodrigo: Perdón.

Sara: Te perdono, solo porque hueles bien.

Rodrigo: Vaya, te has dado cuenta, solo me he echado un poco de desodorante, no es nada, tu también hueles bien.

Sara: Gracias, es mi colonia favorita.

Rodrigo: Pues ahora también es la mía.

Ambos dos se rieron y se quedaron mirándose un rato.

Sara: Bueno, tenía que enseñarte un poco la zona, ¿No?.

Rodrigo: Claro, lo estoy deseando, pero antes, te invito a un helado.

Sara aceptó y fueron juntos a por un helado, Rodrigo se pidió un cucurucho de chocolate y Sara una tarrina de menta con chocolate.

Rodrigo: Que gusto más raro tienes.

Sara: Y que gusto más común tienes tú.

Rodrigo la miró y le hizo una carantoña.

Rodrigo: Ja ja, qué graciosa, anda vamos.

Empezaron a andar por la zona y Sara le fue enseñando la zona de las tiendas, la biblioteca mientras iban hablando.

Sara: Oye ¿Cuál es tu película favorita?

Rodrigo: Mi película favorita es una de Star Wars, el episodio dos.

Sara: La mía el episodio 3.

Rodrigo: ¡No me digas!, es increíble esa película. Y... ¿Cual es tu serie favorita?.

Sara: Pues… yo diría que es un anime más que una serie.

Rodrigo no dijo nada, se quedó callado, Sara se empezó a arrepentir de lo que dijo hasta que vio que empezó a mover la boca para hablar.

Rodrigo:Eso son dibujos japoneses, ¿No?

Sara: Si

Rodrigo: ¿Y cual es, de qué va?

Sara: Se llama Death Note, es una historia muy chula que el protagonista encuentra un cuaderno en el que pone Death Note, el protagonista lee las instrucciones del principio del cuaderno y ponía que "cuando escribes el nombre de alguien muere a los seis minutos y cuarenta segundos, durante ese periodo de tiempo se puede especificar cómo muere, si no se especifica morirá de un infarto al corazón".

Rodrigo: Tiene buena pinta.

Sara: Es una historia muy buena.

Rodrigo: Mañana me pondré a verla.

Ya llevaban mucho tiempo andando y ya empezaron a cansarse y se sentaron en un banco del parque.

Rodrigo: ¿Te llevo a casa?.

Sara: ¿No está muy lejos?.

Rodrigo: Da igual, no me importa, vamos.

Rodrigo se levantó y le ofreció su mano a Sara para ayudarla a levantarse.

Rodrigo: ¿Me permite la señorita?

Sara se rió, fueron juntos andando por la calle, haciendo bromas, contando sus vidas, estaban entretenidos y felices, se paraban de vez en cuando cuando se encontraban con algún compañero de clase para que Sara se lo presentará a Rodrigo.

Rodrigo: Si me presentas a todo el instituto voy a tener menos tiempo para estar contigo -dijo con tono burlón.

Sara: Eso sería una pena, disfruto mucho de tu compañía.

Llegaron a la casa de Sara, se dieron un abrazo y se despidieron.

Sara: Buenas noches, ¿Lo has pasado bien?

Rodrigo: Si, muy bien, tenemos que repetirlo más veces.

Sara: Me alegro, nos vemos mañana en el instituto, hasta mañana, ten cuidado al volver.

Rodrigo: Tranquila, tendré cuidado, buenas noches.

Entró en casa, subió las escaleras corriendo y cerró la puerta me apoyandose en ella, arrantro la espalda hasta llegar al suelo con un suspiro.

Sara: ¿Y que pasa si me gusta,sería un delito?

Se levantó y empezó a ponerse el pijama, fue al baño a lavarse los dientes y se fue a la cama. Cerró los ojos pero no paraba de pensar en la tarde tan buena y divertida que pasó con Rodrigo, estuvo así un rato hasta que finalmente consiguió dormir.

El secreto de MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora