EL JARDÍN DE LOS SECRETOS || SEULRENE

Noche de películas

Había pasado un par de años desde que Seulgi había ido a visitar a su tía. De alguna u otra manera lograba sacarle la vuelta, pues su tía siempre trataba de llevarle a la iglesia con la esperanza de que algún día esos pensamientos impuros y su homosexualidad se esfumaran.

Pero está vez no tuvo suerte, su tía había ido precisamente el día de su cumpleaños por ella.

Flashback

—Entonces, Seulgi... ¿Vienes con nosotros? —Preguntó su tía, Sunny.

Seulgi tragó saliva con dificultad, poco le faltó para atragantarse con el trozo de pastel que estaba comiendo.

—B-bueno... La verdad es que yo... Ahorita no puedo. Tengo clases.

—Seulgi, es la excusa más tonta que he escuchado. Hoy es sábado, además, tus clases son en línea.

—Igual debo pedir permiso a mi madre— Seulgi no mentía, su madre estaba encantada con la idea de que su hija se apegara un poco más a la iglesia pero no a la religión que profesaba su tía. —Hablalo con ella y dependiendo de su respuesta iré o no.

Sunny no perdió tiempo y fue directo a hablar con su hermana, Yoona. Por otra parte, Seulgi rogaba a Dios porque su madre le negara el permiso... Cosa que no pasó.

—Bueno Seulgi, levanta tus cosas que nos vamos.

Fin del flashback

Después de ese día, Sunny iba cada fin de semana por su sobrina para llevarla a la iglesia.

La razón por la cual Seulgi no quería volver ahí era simple...

...La hija del pastor.

Y es que las cosas se tornaron un tanto incómodas desde aquella ocasión en qué con su acción mundana ofendió la casa de Dios, según Joohyun.

Seulgi había intentado hablar con ella el día del cumpleaños de su tío, cuando ellos cordialmente invitaron a toda la familia del pastor a celebrar dicho evento.

Más sus intentos fueron en vano.

Joohyun la miraba distinto. Con asco, con furia. Cualquiera que la viese diría que tiene aires de grandeza.

Seulgi no se quedaría con los brazos cruzados. Necesitaba respuestas a su cambio drástico de comportamiento. Joohyun había logrado robarle el corazón a Seulgi, su inocencia, ternura y su voz era algo que ya tenía bien grabado en su mente.

No fue hasta que ambas familias formaron un vínculo de amistad, lo cual no agradaba mucho ni a Seulgi ni a Joohyun pues Seulgi sabía que si su tía se enteraba de sus sentimientos por Joohyun no la dejaría en paz y por otra parte, Joohyun sabía que sus padres jamás le perdonarían si se enterasen de lo que ocurrió en aquel saloncito.

Esta vez los pastores habían invitado a la familia de la tía de Seulgi a ver películas en su casa, hablar de temas de religión y cenar.

—¿Puedo quedarme en casa, Tía?

—Sabes que mi respuesta es un rotundo no. Al menos que Wendy decida también quedarse entonces cambiaré mi respuesta.

A Wendy le encantaba visitar a los pastores y se llevaba muy bien con Joohyun lo cual significaba que claramente tendría que acompañar a sus tíos a esa dichosa cena.

Unos jeans negros, una blusa blanca, y sus converse favoritos fue lo que eligió para usar esa noche. Aunque el clima era agradable decidió cargar con uno de sus hoddies.

Alrededor de unos treinta y cinco minutos tardaron en llegar a la casa de los pastores.

Seulgi sintió unas ganas terribles de vomitar, no sabía si era por los nervios o porque horas antes se había devorado dos paquetes grandes de frituras y un tazón de ramen. Tomó aire y puso su mejor sonrisa.