capitulo 10

41 2 0
                                    

Pov "omnisciente"

-espero que la demora de su visita, no se por desagrado- sonrió dulcemente una elegante gata blanca

-para nada mi estimada dama. solo tuve un inconveniente, le pido me perdone- se quito su sombrero mientras se inclinaba un poco hacia delante.

-acepto su disculpa- el se puso su sombrero -espero que tenga tiempo, para acompañarme; una taza de te, mi estimado Barón- 

-no es molestia querida Louise- 

ambos nobles se encontraban en el jardín, en el quiosco principal. La condesa Louise habla de como estaba el reino, de los últimos chismes de la nobleza, entre otros. mientras Barón se encontraba lejano de toda la conversación, se limitaba a tomar su te; que al probarlo una mirada de sorpresa se instalo en su rostro, llamando la atención de su anfitriona

-¿le sucede algo Barón?- preocupada se inclino un poco en la mesa

-no, es solo que el te...- no termino cuando ella se levanto de golpe

-¡¿no es de tu agrado acaso?! puedo...- la negación del gato anaranjado interrumpió sus propias palabras 

-¿Querida Louise, puedo saber quien hizo este te?- pregunto el mientras tomaba otro sorbo de su te

-permítame- en eso agarro una campanita, la cual después de moverla llego una mucama -avisa al encargado del te, que venga de inmediato- menciono ella con seriedad

-si, señorita- afirmo para después irse

Barón estaba impaciente, pues el reconocía ese te, era el suyo. pero el se lo había enseñado alguien mas ¿podría ser que ella hubiera vuelto? el intentaba por todos los medios mantener su compostura, pero su cola no dejaba de moverse y enrollarse, delatando su ilusión de saber si  era ella... 

-Disculpen, me ha llamado usted- la ilusión bajo de golpe al ver una coneja blanca. 

-si, aquí mi invitado pregunto sobre tu te- la condesa a pesar de su forma tranquila de hablar, sentía una pisca de celos.. y lo peor de todo, sabia la razón

-Disculpe querida dama ¿este te, quien se lo enseño?- "si tuviera una pista, podría encontrarla" pensaba el Baron. la coneja empezó a mostrar señales de nerviosismo, algo que causo le causo intriga

-fu.fue una....- sus nervios parecían sospechosos para el -un joven gi.itano- ¿no iba decir "una" como decir chica? Barón disimuladamente observo a la condesa, la cual por su vista, se veía una mirada amenazante, frunció el ceño ¿acaso Louise sabia algo y quería ocultarlo? Tendría que actuar.

-oh! que lastima- el suspiro figuiendo aflicción -parece que no vale la pena guardar esperanza- se levanto de su asiento, y se dirigió a su anfitriona -lamento retirarme, pero ahora necesito unos minutos, y pensar- delicadamente tomo la mano de ella, se inclino y la beso.

-eh? no.no hay problema, e.entiendo- aquel acto la tomo desprevenida, el jamás había sido tan atento con ella, lo cual provoco un ataque de nervios y felicidad -¡espero que puedas volver a visitarme!- sonrió enamorada, el Barón solo asintió 

en el carruaje camino a su humilde mansión, no paraba de pensar que la condesa sabia algo sobre el paradero de aquella chica. su mirada seria no hacia mas que pensar ¿Qué estará ocultando Louise? ¿ella estará cerca? ¿por que se fue? cada pregunta lo atormentaba mas, el jamás quiso que se fuera ¿por que lo hizo entonces? ¿acaso hizo algo mal?

-¡Baron!- aquella voz lo trajo a la realidad, miro hacia la puerta -hace rato llegamos ¿Qué es lo que perturba tu mente?- pregunto su fiel amigo y servidor

Un Inesperado Giro...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora