Tu cara al sol es el temple más hermoso. Me gusta verte respirar el aire puro disfrutando de alguna que otra flor. Ese calor que emana tu cuerpo me inquieta y tu indiferencia me asusta.
No existe alquimia más placentera que verte reír, o quizás sí, reír juntos, dormir juntos, gastar minutos juntos.
Te quiero en silencio, te busco y esporadicamente te encuentro...