39. ᴘᴇʀᴠᴇʀsᴏ

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๛Luego de haber acomodado ya sus cosas en su bolso Yeonjun decidió ayudarle a su padre con el almuerzo, no porque quisiera ser de utilidad sino más bien para evitar pasar tiempo con las chicas y que estas les hicieran preguntas incómodas sobre su ruptura.

Y es que ni siquiera sabía en qué habían quedado con Soobin sólo necesitaba tiempo para pensar en su siguiente jugada para recuperar a su novio y lucir como un lío de lágrimas no era una opción.

Después de varios días ya no se sentía tan sensible respecto a su ruptura, excepto cuando alguien le preguntaba sobre su relación con Soobin.

Justo en ese momento su extrema sensibilidad salía a flote haciendo que su mentón temblara y sus lágrimas escaparan sin control alguno, no conseguía entender porque las chicas insistían en que debía hablar sobre ello para dejar salir su angustia.

Yeonjun no era tan masoquista como para querer recordar a Soobin  como si fuese un difunto sólo por que lo había dejado, pero por lo visto eso era lo que hacían las niñas.

Recién en ese entonces Yeonjun anotó mentalmente esto como una más de las razones válidas que tenía para no salir con chicas, eran tan raras que asustaban.

Era su último día en casa de sus abuelos y eso lo hacía sentir sumamente mortificado, no sólo porque sabía que no los vería en bastante tiempo sino también porque sabía que al regresar a casa no vería a Soobin a diario como sucedía en el campo y probablemente no se verían en bastante tiempo por su absurda idea de querer alejarse.

Había escuchado tantas veces el término "disfruta de tu soltería" por parte de otras personas y por más que pensaba en ello no sabía como era posible que se sintiera feliz y entusiasmado con disfrutar de su soltería si sentía que alguien había usado su corazón como tapete y su autoestima había terminado tan hundida en algún lugar que ni siquiera se creía capaz de encontrarla.

Talvez estaba exagerando.

O talvez no, Soobin no había jugado con sus sentimientos, pero el lo había dejado y para Yeonjun era imposible que alguien lo dejara por tener cosas buenas, era obvio que si lo habían dejado era porque había sido una mierda de novio.

──¡Mami! ── la voz de Seojoon llamó la atención no sólo de la abuela del cocinero, sino también de Yeonjun, de Taehyung y de su madre quienes estaban preparando el almuerzo ── el citadino mató a María

Los ojos de Yeonjun se expandieron al oír semejante acusación, ¿su padre había matado a alguien?

──Fue un accidente ──se justificó Jungkook entrando a la cocina totalmente mojado como si se hubiese dado un baño en el río y con una cubeta entre sus manos

──¿Mataste a María? ── preguntó incrédulo el cocinero ── amor, no puedes sólo ir matando a todos los animales que no te gusten, te dije que no te acercaras al estanque

──Fue un accidente ── se quejó ── me atacó y quise defenderme porque me había alcanzado ── se justificó ── ni siquiera noté que la había golpeado en la cabeza con la cubeta hasta que cayó sobre es césped

──También mataste al gallo accidentalmente ── lo acusó Seojoon

──Al gallo no lo ví ── aclaró ── era de noche y no sabía que estaba allí, ¿cómo podía adivinar que moriría sólo porque lo pasé a patear? ── se quejó el cirujano

──¿Qué hacemos con María? ── preguntó Seojoon

──¿Qué pretendes hacer? ¿Comprar un terreno en cementerio para ella? ── preguntó incrédula la mujer ── trae más papas y a María, vamos a prepararla para la cena antes de su viaje ── aseguró

Peaches and Cream // Libro N#2 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora