𝐃𝐚𝐦𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐲.

tres y última parte

El tan esperado sábado estaba cada vez más cerca, exactamente faltaba un día para el sábado. Naoto estaba nervioso tenía casi todo listo, solo tocaba esperar para que todo le saliera perfecto.

Se sentó en el sofá para ver la televisión, justo estaban dando unas noticias así que prestó atención a lo que decían hasta que escuchó algo que lo dejó en shock

-Hoy se produjo un choque en el centro de Tokyo en donde un peatón perdió la vida, la víctima fue reconocida como el señor Takemichi Hanagaki.-

A Naoto se le vino una pequeña imagen en donde fue la primera vez que escucho ese nombre, claro que recordaba ese momento, como no lo iba a recordar si fue el día donde se fue la persona que más apreciaba pero a cambio conoció al Ángel más hermoso del mundo.

Naoto salio de el shock que le dejo la noticia y salió de su departamento, se fue directo al departamento de Takemichi esperando que este ahí para que le abra la puerta.

Al llegar al departamento tocó la puerta, estaba desesperado no quería creer que la persona que tanto apreciaba y amaba se le fuera, no otra vez, tendría demacia mala suerte o simplemente el destino era un maldito que no lo quería ver feliz.

-Takemichi...- fue lo único que salió de su boca, no pudo contener las lágrimas. Su amor se había ido y no alcanzó a decir lo que sentía por el.

.

.

.

Naoto estaba enfrente de la tumba de su amado, el entierro ya había acabado hace más de dos horas, pero él seguía ahí todavía no procesaba el hecho de que el estaba muerto, aunque lo procesará el no lo iba aceptar ya había aceptado la muerte de Hina, con la ayuda de Takemichi pero ahora que el se fue ¿Cómo iba a superar su muerte?.

-¿No que iba hacer difícil librarme de ti?- Naoto miraba la tumba, la cual tenía el nombre de su amado, Takemichi Hanagaki.- mentiroso...- El corazón de Naoto estaba destrozado, ya había perdido dos veces a la luz de su vida, ahora era el solo contra el mundo, simplemente quería desaparecer.

Naoto se quedó sentado junto a la tumba de Takemichi hasta que el cementerio cerró, el se quería quedar pero no podía por obvias razones, pero como no quería tener problemas se marchó, esa noche no durmió nada solo lloro, lloro hasta que sus ojos ardieran.

Naoto desde ese día, ah cambiado bastan como de manera física y psicológica, ya no dormía más de dos horas ya que las pesadillas siempre lo atormentaban las pesadillas principalmente eran de Takemichi y Hinata. Siempre que terminaba sus horas del trabajo iba a visitarlos al cementerio era su rutina diaria.

.

.

.

-Hola, Takemichi ¿Que tal tu día? - Naoto se quedó callado, esperando un tipo de respuestas que claramente no iba a recibir. -Hoy, cuando venía del trabajo encontré a un gatito, mira es igual a ti.- Entre las manos de Naoto se encontraban una gatito de pelaje negro y de ojos azules. - Se llama Mitchy, por qué tiene un gran parecido a ti, también es un llorón.- Naoto suelta una leve risita mientras acaricia el pelaje del felino.

Naoto se encontró con Mitchy cuando volvía del trabajo, el pobre estaba maullando y se notaba que también moría de frío. Se acercó y lo acarició, el pequeño felino no se opuso.
Al verlo detalladamente, Naoto pensó  en Takemichi cuando miró nuevamente al gato, por su color de ojos y pelaje. Decidió llevárselo pero antes se aseguró de que estuviera completamente sano llevándolo al veterinario y para su sorpresa, en el lugar le aseguraron que todo estaba en orden con él, le pareció extraño porque el pequeño vivía en la calle sin embargo lo dejo pasar. Compró comida para él y lo llevo consigo al cementerio para presentarle el nuevo amigo a Takemichi.

Desde ese día Mitchy ah estado siempre con Naoto, desde sus llantos después de despertar de una pesadilla o simplemente ver una película juntos.

.

.

.

Naoto se encontraba parado en la terraza de un edificio, Bajo su mirada al suelo, podía sentir el viento pegar contra su rostro, estaba recordando cada momento de Hina y Takemichi, su cerebro no elimino ningún momento de esas dos personas, le dolía no poder olvidarla por más que tenía un buen trabajo, tenía la comida suficiente para el pero le hacía falta algo, específicamente le hacía falta Hina y Takemichi, la idea de saltar se hizo presente, su pecho se encogía por tal idea mientras sentía el aire dejar sus pulmones, lo estaba pensando.

-Solo tengo que saltar y todo se acaba ¿Verdad?- El corazón de Naoto latía a mil por segundos, tenía miedo pero el dolor le estaba ganando, solo quería acabar con el sufrimiento lo más pronto posible.

La adrenalina y angustia de sentía Naoto en ese instante era gigante, una parte de el le decía "Salta ¿De que sirve estar vivo si Hina y Takemichi no están?" Pero otra parte de el le decía "!No saltes Hina y Takemichi querrían que vivieras!". Naoto miro hacía el cielo esperando que por arte de magia alguien salga de ahí y le dijera que hacer por qué el ya no sabía que hacer.

-Supongo que soy muy cobarde como para saltar- De la boca de Naoto salió una risa y de sus ojos las lágrimas empezaban a salir, tenía ganas de acabar con todo y saltar pero sabía muy bien que ah Hina y Takemichi no le haría mucha gracia. Naoto estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que un pequeño felino estaba a su lado llamando hasta ahora.

-Mmm..¿Que haces aquí Mitchy?- Naoto se limpio sus lágrimas y se agachó para recoger a el pequeño felino, pero al intentar de hacerlo dió un mal movimiento haciendo que de resbalara y cayera con Mitchy entre sus brazos.

Naoto tenía los ojos cerrados con fuerza mientras que estaba abrazando a el pequeño felino contra su pecho, la presión de la caída estaba provocando que sus pulmones de quedarán casi sin aire, si corazón latía muy rápido, el cuero le estaba sudando Pero en sus labios se había formó una sonrisa, ya que sabía que estába a muy poco de volver a ver a las personas que le daban la luz y alegría a su vida, estaba feliz iba a volver a ver a el amor de su vida al que no pudo decirle sus sentimientos, ahora sí iba a poder decirlo, estaba feliz de morir.

-Takemichi espérame..- Esa fueron las últimas palabras que Naoto dijo antes de que su cuerpo se estanpara contra el suelo muriendo segundos antes de llegar al suelo por la presión, el pequeño felino por suerte sobrevivió al impacto, gracias al cuerpo de Naoto.

.

.

.

.

.

.

;;!Hola!, Espero y no estén llorando ah, si no pago terapia ¿ya lo dije?, En fin con las 03:00 de la mañana y yo aquí terminando de escribir esto, no me maten por el final tan feo que salió, me despido antes de que mi mamá se de cuenta que estoy con un cel antiguo y no estoy durmiendo, (si ven faltas de ortografía me avisan por favor)
!adiós¡.