Una vez, soñé que encontraba a mi príncipe azul, en un campamento. Al despertar de aquello, saqué mi diario de vida y escribí el sueño tal cuál como lo recordaba. Recuerdo que en ese sueño, pasaba los mejores momentos con aquel chico, los cuáles jamás olvidaría.
Luego de muchos años, mi madre comenzó a enviarme a un campamento de verano. En el conocí a Jayden, el chico con el cuál supe que debía compartir cabaña.
Un mes después, me di cuenta que él se había convertido en mi mejor amigo. Le conté mis secretos, mis temores, mis sueños... Yo sabía que podía confiar en él.
Pero sucedió lo que siempre temí: volver a enamorarme.
Luego de que mi ex novio, que era un auténtico playboy, terminara conmigo, me di cuenta de que el amor no era lo mío, y me prometí a mi misma no volver a enamorarme; pero creo que el amor no se controla; si te enamoras, te enamoras.
Cada día sentía que me enamoraba más, con sus palabras tiernas, sus juegos; era el chico perfecto, justamente con el cuál soñé.
Pero nada puede ser color de rosa,¿cierto? Ya que sucedió algo que jamás imaginé:
Al campamento llegó mi ex...¡Y lo enviaron a la misma cabaña en la que yo estaba!
Verlo y recordar todo lo que sufrí cuando me dejó... Pero debía superarlo, porque estaba segura que éste verano tendría un amor, un amor verdadero, pero fugaz.
Mi amor de verano.