19 de Septiembre
Querido Diario:
Como dice mi madre cuando trata de ser moderna, ¡que depre! Por momentos se cree todavía una hippie del setenta. ¿Te la imaginas con una vincha en la cabeza y pantalones de bocamangas anchas? ¡Imposible! Pero, volviéndo al tema anterior, ¡que depre! Estoy cumpliendo mi condena en un hogar para enfermos terminales. Trabajar trecientas horas es una carga, pero tener que hacerlo en un lugar en el que la gente se recluye a esperar la muerte es un peso insoportable. Deprimente. No me resultaría tan tortuoso si sólo se tratara de un puñado de ancianos, si bien tampoco sería lo ideal, en el fondo guardaría la esperanza de que al menos tuvieron una oportunidad en esta vida. Aquí hay personas de todas las edades, incluso hay un chico que tenia casi la misma edad que yo. Por suerte todavía no lo conocí. La señora Zornosa me tiene tan ocupada preparando bandejas para la cena y doblando sábanas, que en realidad no me queda mucho tiempo para hacer sociales. Este sitio es decadente. No porque tenga mal aspecto ni nada por el estilo, sino porque no puedo cumplir mis servicios comunitarios allí. De ninguna manera. Es demasiado mórbido. Aunque sea lo último que haga voy a encontrar el modo de huir de Lavender House. ¿Las razones? Saltan a la vista: la directora me detesta, está ubicado en el peor punto de la ciudad, y no me creo capaz de pasar los próximos seis meses conviviendo con personas sentenciadas a muerte. Algo se me tiene que ocurrir. Si hago un balance, lo único bueno que me pasó fue haber conocido al bombón del autobús. ¡Lástima que fuera tan grosero!
ESTÁS LEYENDO
NO ME OLVIDES (Matthew Espinosa y tú)
Fiksi Penggemar"Querido diario: ¿Por qué la vida es tan difícil? Cuando me sorprendieron robando, creí que el mundo se derrumbaba. Fue una estúpida travesura, pero eso no fue lo peor: la jueza me impuso una pena de trescientas horas de servicio comunitarios. ¡Toda...