Pequeños Recuerdos

340 28 6
                                    

Cuando al fin ella logró calmarse
todos comenzaron a moverse, Yuudai
terminó con sus deberes, mientras Hiyori batallaba con los suyos.
Del otro lado de la sala Yokozawa
observaba con atención lo que ocurría, Kirishima sin en cambio parecía ajeno a todo ello, se encontraba prácticamente ausente ante todo lo que sucedía a su alrededor permaneciendo solo sentado en la mesa del comedor...
Yuudai por el contrario se sentía sumamente mal al ver los vanos intentos de Hiyori por realizar su tarea, no sabía si sería apropiado intentar ayudarla.
Tomó asiento en el sillón y miró a
su madre cocinar. Cuando sus
miradas se encontraron Yokozawa
limpió sus manos con una servilleta,
posteriormente hizo unas señas
extrañas a su hijo, Kirishima lo
vió, pero no lo comprendía.
Lenguaje de Señas... Se comunicaba con ese chico de aquella manera...
Él los miraba a ambos intercambiar
mensajes, pero Hiyori no los veía,
y, aunque los viera, tampoco comprendería su significado.

---¿Cómo es que no lo ha logrado?--- Preguntaba Yokozawa.

---Parece ser como si no hubiera
estudiado nada en los últimos
años... Esuché que debía tomar clases extra... De regularización...

---su padre, ¿sabe de esto?--- Preguntó echando una rápida mirada hacia  el castaño, las manos del chico se detuvieron sin saber qué
responder

--- No lo creo... Ella... No habla de su padre... Ha sido más su acercamiento a ti, no la he escuchado hablar de él... Además, por alguna razón no parecen muy cercanos... mamá, es casi como si
ellos no se conocieran...

---...--- Una expresion de pena apareció en su rostro, era obvio que se sentía mal por ellos, pero no podía hacer nada por el momento, o casi nada...--- Cambia de lugar conmigo. Por favor, termina la comida,

--- De acuerdo.

los movimientos de manos cesaron ahí, Yuudai se levantó de su lugar y caminó  directamente a la cocina, mientras Yokozawa se dirigía hacia la sala cerca de Hiyori, nuevamente pudo observar, cómo había intentado realizar los ejercicios, ella se veía cansada, entonces Yokozawa se sentó a su lado, como había hecho muchas
veces antes, con calma y con mucha
paciencia comenzó a explicarle todo, ella le prestaba toda su atención, no quería  dejar escapar ningún detalle y poco a poco lo fue comprendiendo todo.

Ya llevaban la mitad de la tarea hecha cuando un "La comida está lista" los interrumpió, fue solo entonces que Hiyo despegó la vista del cuaderno, su estómago comenzó a gruñir, apenada por esto bajó la mirada, Yokozawa le dedicó una sonrisa y mostró a los Kirishimas donde podían lavarse las manos.
Cuando ambos volvieron la comida ya estaba servida sobre la mesa, Nikujaga...
El aroma era tan delicioso que incluso a Kirishima se le fué el mal humor.

El primer bocado llegó... Y Kirishima no supo como reaccionar, era una comida estupenda que si no lo hubiera visto durante su preparación seguramente diría que pertenecía
a un restaurante familiar, tal vez.

Con Hiyori era diferente, aún saboreaba aquel primer bocado, sabía tan bien que era indescriptible, no supo en que momento sus ojos se habían llenado de lágrimas nuevamente, Yokokawa la dejó, así que ella lloraba, Kirishima no
comprendía el comportamiento de su
hija, solo dolía.
Ninguno sabía la razón a ciencia
cierta pero ambos sufrían, a ambos les dolía.

Y Yokozawa, aunque lo hubiera deseado, no podía hacer nada para cambiar su pasado, solo podía intentar arreglarlo.

El resto de la comida transcurrió de
manera tranquila, para entonces Kirishima ya había observado con detenimiento lo que se le había permitido en aquella parte de la casa, un librero también y, en el segundo piso encontró varios cuartos vacíos donde, cómodamente se podría instalar con su hija, de hecho, era demasiado espacio para sólo ellos dos, dado que compartirían las áreas comunes, como la sala, la cocina y el comedor.

DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora