Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)

Pretendamos...

Parece que fue un siglo desde que había publicado algo por aquí, primero que todo lamento la ausencia pero como les hice saber la universidad quita casi todo mi tiempo sumado a problemas personales.

Como siempre me disculpo de antemano si hay algunos errores gramaticales, una palabra mal escrita o alguna falta de ortografía, aun revisando el texto ante de publicarlo hay cosas que no veo así que lo siento desde antes.

Ultima aclaración esta historia si está ambientada en el mundo de la hechicería, chamanes, etc. Pero no es parte fundamental de ella; ocurre unos cinco años luego de que todos se hayan graduado y Geto es aun parte de la escuela Jujutsu.   

  

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-Solo escucha atentamente porque lo diré solo una vez y no pienso repetirlo ¿De acuerdo? – luego de esas palabras mordió su labio inferior mientras evitaba la mirada de incertidumbre que recibía por parte del peliblanco- Bien...

-Te gusto, ¿No? – termino por ella sonriendo luego.

-Si...

-Espera... ¿Qué?- lo que había dicho como una broma resultaba no estar siéndolo, ¿O tal vez la azabache si le estaba gastando una broma? – Espera... ¿Es enserio?

-¿Porque me estaría humillando a mí misma si no fuera verdad?- frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos – No necesito ni quiero respuesta, solo necesitaba sacarlo de aquí dentro- apunto a su pecho.

-No entiendo, me odias- comenzó a decir Gojo como si tuviera que explicarle a Utahime sus propios sentimientos- ¿No es contradictorio gustarte?

-Cosas extrañas pasan a diario, Gojo – hizo un gesto con sus manos tipo "Que se le va hacer" – Me caes pésimo y sinceramente me estresas pero también me gustas y solo quería decirlo de una vez por todas.

-¿Con que objetivo?

-Ninguno, supongo que decírtelo hace que deje de pensar tanto en ti y a la vez eso puede ayudarme a deshacerme de estos tontos sentimientos unilaterales.

-Si puedo hacer esa misión más fácil para ti...- pensó un momento si debía ser un caballero o ser sincero y al ver que la azabache había sido completamente sincera el también decidió serlo- Te lo agradezco pero no estoy interesado.

-Créeme que lo entiendo – esbozo una pequeña sonrisa, iba preparada para el rechazo y por la misma razón no pensó que aquello pudiera doler de la manera en que le estaba doliendo- Solo era eso, puedes volver a lo que sea que estuvieras haciendo antes de llamarte aquí.

-Al menos vámonos juntos hasta la escuela, comienza a oscurecer...- había sido un patán con muchas mujeres y la verdad no le importaba demasiado, pero Utahime era ligeramente diferente pues la conocía hace años y su círculo de amigos era prácticamente el mismo.

-Quiero caminar un poco – finalizo con cualquier otro intento de compañía propuesto por el peliblanco – Buenas noches, Gojo.

Se levantó del columpio en donde estaban sentados en aquel parque, el clima era frio y dio gracias que la bufanda que traía escondiera un poco la mueca de querer llorar que estaba segura era muy evidente.

Pensó que al graduarse de la escuela y no ver por un tiempo al chico de cabello blanco sus sentimientos dejarían de golpear con fuerza su corazón, pero nada podía calmar esa tormenta de sentimientos que se formaba en ella cuando Gojo Satoru estaba cerca y odiaba sentirse así.