-Esto debe ser una broma-el chico de cabellos rosas miró a su hermana-¿En verdad no pudiste conseguir otro doctor?-
-No, nuestro médico de cabecera está en su luna de miel y el nuestra tía en una convención, este fue el único que pude encontrar-haciendo pucheros, él se encogió de hombros
-Pero, Tae, ¿Un pediatra?-su voz sonó a reproche e indignación, y con justa razón, era un chico de veinte años, no un bebé de meses-¿Acaso no te pusiste a pensar en lo incómodo que será hablar con él?-
-El hecho de que sea pediatra no significa que deje de ser doctor, antes de escoger una especialidad es médico general-su rubia hermana parecía no entender su punto
-Taeyeon, estamos hablando de mi celo-su última palabra salió en un susurro-¿Qué tal si es un viejo? Cómo voy a explicarle-ella pareció apiadarse de él, sosteniendo su mano cuando dejó el volante
-Baek, jamás dejaría tu salud en manos equivocadas, mucho menos si se trata de tu seguridad-Taeyeon le regaló una sonrisa-por supuesto que investigue todo antes de venir, la reputación del hospital, quejas o sugerencias de pacientes, que ninguno de sus médicos tuviera antecedentes criminales-eso le saco una pequeña carcajada-confía en mí, todo saldrá bien-ella lo miró de costado y él asintió, el coche siguió su marcha rumbo al hospital, Baekhyun en verdad esperaba que todo saliera bien.
Muy ajeno a como lo pintan en los libros, las sociedades formadas por alfas, betas y omegas, no son el sueño que los escritores muestran. Los textos que les daban en la escuela básica pintaban todo perfecto, te decían cuáles eran tus habilidades y capacidades de acuerdo a tu rango, diciéndote, prácticamente desde los seis años que llevarías una vida normal y tranquila.
Algunas familias no mentían, tenían buena posición económica y un lugar privilegiado dentro de la sociedad, era una lástima que ese prometedor futuro, no aplicará para todos.
La familia de Baekhyun era un claro ejemplo de eso, viviendo en una casa modesta en un barrio popular, su padre trabajaba como contador y su madre atendía una cafetería, llevaban una vida tranquila, o al menos eso parecía, hasta que su madre murió cuando él tenía diez años y Taeyeon quince, desde ese momento su padre tuvo que acarrear con todas las obligaciones.
Los entrometidos podrían decir que cuidar a dos hijos, siendo un alfa, sería tarea sencilla, que rápidamente conseguiría otra esposa omega que le ayudaría a terminar de criarlos y listo, pero no, las personas y los sentimientos no son reemplazables, el amor que sientes por alguien tampoco, el que su padre fuera un alfa no lo hacía cruel o desinteresado, al contrario, ambos hijos podían asegurar que su padre era de las pocas excepciones de buenos alfas.
Fue por eso que siempre busco darles lo mejor y tratar de adaptarse a las necesidades de ambos, aprendió cada consejo que leía en las revistas para poder comprender a Taeyeon cuando de chicos se tratara, tomó cursos de redacción para cuando debía ayudarlo con sus ensayos, veía cada película romántica en el sillón con su hija o la consolaba cuando estaba triste, tomó turnos extra en su trabajo para poder inscribirlo a clases de piano y poder ir a todos sus torneos de hapkido. Él les inspiró y transmitió confianza para que le hablaran de lo que fuera, sin embargo, había cosas en las que no podía ayudarles siempre.
Taeyeon siempre fue más osada que él, poniendo muchas veces colorado a su padre cuando hablaba tranquilamente de cosas sexuales, atreviéndose incluso, a pedirle consejos al alfa cuando decidiera tener su primera experiencia sexual, Baekhyun la admiraba, pues a él le costó mucho tan solo decir tres simples palabras como "Papá, soy gay", claro que el hombre lo apoyo diciéndole que eso nunca cambiaría el amor que le tenía, pero para Baekhyun, las cosas sí cambiaron un poco.
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Sweet Visit To The Doctor
Fanfiction-¿Por qué has venido?- -B-Bueno...-de acuerdo, aquí venía la parte vergonzosa-tengo problemas con mi...con mi...mi celo-. NOTA: Está historia fue una idea que me surgió en la madrugada, espero les guste.