Capitulo siete. Conectando con alguien

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Mariposas

¿Así lo podría describir? Porque así se sentía Eric, como si un mundo de mariposas estuviera formándose en su estómago, esa expresión a la que en el pasado había llamado "ridícula" ahora le estaba cobrando factura.
Era algo nuevo para el, siempre se había fijado en las chicas lindas, las populares y le gustaban, había tenido algunas citas en el pasado pero nunca conectó con ninguna.

Para él las chicas eran bonitas, buenas para besar o recibir abrazos, pero nunca había formado una conversación de más de una hora con ninguna, y casi todas las conversaciones que había tenido eran superficiales y vacías.

No tenía claro el porqué con Cordelia era diferente, ella era una chica bonita, no tenía el mejor cuerpo, o la nariz perfecta pero era muy bonita.
A sus ojos tenía algo especial, pero por dentro era una chica linda, alguien con quien podía platicar y no solo de cosas superficiales, podía ser el mismo, hablar de libros, o de la fachada que se ponía ante los demás...

Por primera vez en la vida sentía que estaba conectando con alguien, y para ser sincero le gustaba, pero al mismo tiempo le asustaba, no le gustaba ser vulnerable, no le gustaba ser tan "el mismo" con ella, como si para ella no tuviera máscaras o capas que cubrieran su verdadero ser.

Mientras caminaban el la miraba, trataba de ser discreto pero se perdía en ella, en cómo su cabello castaño caía por sus hombros, como movía las manos al hablar, cómo sonreía cuando platicaba de algo que le gustaba o le emocionaba.

Eric por un momento se puso a pensar en cómo nunca noto eso en las otras chicas, nunca se fijó en los detalles, en las cosas que caracterizaban a esa persona en cosas tan simples.

El chico salió de su trance cuando ella habló.

-Ey, esos helados me encantan, ¿quieres que vayamos ahí?
-¡Claro! - contestó el sonriendo- son buenos
-Bien, yo quiero uno de chocolate con cacahuate y caramelo
-Yo quiero uno de vainilla con chispas de chocolate

La señorita de la caja apretó unos botones en la caja registradora, y habló- serían $75 por favor.

Cordelia metió la mano a su bolso y sacó un billete de $100, lo iba a entregar cuando Eric detuvo su mano.

-No, por favor, yo invito- le dijo mostrando una sonrisa
-¿Estas seguro? Yo puedo pagarlo además ya me llevaste a la papelería y me ayudaste con mis cosas- dijo ella riendo
-De verdad, yo te invito ¿vale?- la miro con su sonrisa ladeada
-Vale, muchas gracias -ella sonrió, se le hacía bonito el gesto que Eric estaba teniendo con ella, de pronto un click en su cabeza hizo aparición "¿Esto es una cita?" Porque se siente como eso...

Cordelia se quedó pensando mientras Eric pagaba, para ella se sentía como una cita natural, sin embargo, era ridículo, tenían días de conocerse, no puedes tener una cita tan pronto con alguien que acabas de conocer, eso pasa solo en las películas. Cordelia decidió apagar sus pensamientos, se la estaba pasando muy bien y no quería arruinar el momento con sus ideas.

-¿Está rico? -preguntó Eric caminando hacia ella y sacándola de su trance
-Sii, delicioso, ¿el tuyo qué tal?
-Esta bueno, me agrada, ¿quieres probar un poco?
-ammm- Cordelia dudo, pero al final contesto con una sonrisa temerosa en los labios - si
-Vale, tu pruebas del mío y yo del tuyo- contestó Eric mientras reía
-Trató

Ambos chicos tomaron con su cuchara del helado del otro y lo llevaron a su boca, se quedaron unos minutos saboreando el helado para decir:

-Dios, ¡creo que me gusto más el tuyo!

Ambos rieron porque habían dicho lo mismo en esa fracción de segundo, cruzaron unas miradas cómplices riendo y dijeron
-¡Te lo cambió!

Ambos rieron nuevamente y cambiaron su helado entre ellos, caminaron un poco y seguían riendo por lo sucedido, era una tontería, pero para ellos era un momento lindo donde simplemente se divertían y no había nada más que eso.

QuiméricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora