Capítulo 40. "Último juicio"

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     Alemania, 27 de abril del 2019.

     Bella

     El juicio es abierto al público, un gran detalle que se nos fue omitido hasta ahora. Iba a ser el mismo procedimiento de la vez pasada, pero cuando dejamos a Marco en el edificio varios reporteros estaban en la entrada y Mijaíl me llamó para informarme que la sala estaba llena de periodistas, así que tengo pase libre para entrar al juicio con Damián, aunque obviamente cada uno entrará por separado.

     Es algo extraño que permitan que el juicio sea público, pero Mijaíl dijo que pueden hacerlo, no incumple ninguna norma. Marco es una figura pública en Alemania, es el hombre más adinerado, claramente esto será un plato jugoso para la prensa.

     Recojo mi cabello en una coleta alta, me coloco lentes de contacto para ocultar mis ojos azules, cubro la mitad de mi rostro con un cubre bocas negro y me coloco unas gafas de sol.

- Envíame un mensaje cuando sepan algo de Droka – le murmuro a Dudo.

- Por supuesto, señorita – asiente con una sonrisa –. Iré directamente al hotel para saber sobre él – asiento, convencida.

- Tengo la teoría de que su familia sufrió algún accidente, no encuentro otra excusa para que él no responda el celular – le expreso mi teoría.

- Nos centraremos en su idea, señorita – vuelvo a asentir antes de abrir la puerta para bajar.

- Cuídate, Dudo.

     Bajo del auto, llamando la atención de los reporteros de la entrada. Camino hacia el edificio sin dirigirle la mirada a nadie. La prensa me ignora por completo cuando paso por su lado, dejándome el camino libre y tranquilo. El guardia de seguridad de la puerta me observa con detenimiento, colocándome algo nerviosa.

- Buenas tardes – saludo antes de entrar.

     Abro la puerta sin ser detenida, camino por los pasillos y sigo las señales para encontrar las salas de juicios. Finalmente, llego a un pasillo lleno de gente, que se aglomera en una sala que tiene la puerta abierta. Entro en silencio con un perfil bajo, me siento en la última fila y levanto la mirada para escanear la habitación.

     Cuento alrededor de veinte personas en el área de espectadores. Puedo ver al mismo abogado del demandante sentado en la mesa del lado derecho, está sacando varias carpetas de su maletín y tiene un estéreo al lado de sus cosas. Volteo hacia la mesa izquierda, encontrándome con Mijaíl y Marco, ambos están hablando en voz baja, envueltos en su burbuja. Frunzo el ceño cuando una punzada agresiva se instala en mi frente, debo sujetar mi cabeza un momento para contener el dolor repentino. Me quejo por un segundo, pero un disparo me sobresalta.

     ¿Qué está pasando?

     ¿Otro ataque de pánico?

     Escucho un disparo que me eriza la piel, por un momento todo desaparece y lo único que veo es la mansión en llamas y hombres gritando. Veo a los chicos del Concejo dando órdenes, mi cuerpo está en un auto y escucho la voz de Rico algo lejos, puedo sentir cómo se encarga de la herida de mi abdomen.

     Esto no es real.

     Es el día que vencimos a Rixo.

     Bajo la mirada hacia mi abdomen, está lleno de sangre y puedo ver unas pinzas entrar a mi cuerpo. La presión es inigualable, levanto la mirada, perdiendo de vista a las pinzas y vuelvo a ver a los chicos del Concejo.

     Mis ojos se fijan en las manos tatuadas de uno de los chicos, tiene una hermosa flor que resalta entre todos. Es lo último que veo ante de perder la consciencia.

DesaparecidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora