Los caminos rurales adornados por campos de arroz y frondosos árboles de todo tipo ofrecen una vista hermosa que Izuku no tarda en mencionar a su jefa, aunque ella no corresponde la emoción mostrada por su chófer y se mantiene absorta en sus pensamientos, vacía, obligando a su empleado a continuar mirando al frente por unos metros más hasta que su boca es incapaz de seguir conteniendo sus palabras.
-Con todo respeto, señorita Momo, que suerte tiene usted, yo tengo que hacer malabares para lograr salir con alguien- intenta bromear para disminuir la tensión que hay al interior del vehículo. -Con sólo una llamada de su padre ya tiene una cita, se ve que él piensa mucho en su felicidad-
Yaoyorozu observa al rizado por el rabillo del ojo, dedicándole una mirada de irritación que intenta disimular con calma y completa serenidad, no obstante, su paciencia se ve destruida por el brillo que Midoriya emite al pensar en que su rica familia es comprensiva con los sentimientos ajenos. Está totalmente equivocado y su error debe ser corregido.
-No es una cita, es un negocio, Izuku, y para que tu información, mi padre jamás ha pensado en mi felicidad- aclara, utilizando un tono plano y disgustado. -Pero a él no se le puede decir que no- bufa.
-No voy a negar que es un hombre complicado, pero los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, usted no pierde nada con darle una oportunidad a ese alfa, quizás él es lindo y simpático, puede que incluso lleguen a enamorarse- comenta con una alegre sonrisa, pensando en lo feliz que sería si él tuviese esa suerte.
-Eso no va a pasar-Izuku hace un mohín infantil ante la negatividad de su pasajera, aunque no permite que le afecte y decide continuar hablando con gran alegría, sin pensar en la reacción que sus dichos pueden desencadenar.
-No sea pesimista, quizás hasta yo puedo encontrar a alguien que me cambie la vida, ¡Tal vez éste es nuestro día de suerte!- exclama, luciendo como un adolescente emocionado por su primer amor. -¿Será bonito el pueblo?-
-Me da igual, nada se va a comparar con París- aclara, apoyando su cabeza en la ventana.
-No esté nerviosa, puede que hasta sean destinados, usted es muy hermosa, así que él no va a decirle que no-
-Basta, por favor, Izuku, ¿Por qué tienes que hablar tanto?- inquiere con frustración, golpeando el asiento con su puño. -No recuerdo haber pedido tu opinión-El chófer se encoge un poco en el asiento del piloto, avergonzado por la reprimenda. Ambos se conocen desde la infancia, pero nunca antes había visto molestia en el rostro ajeno, no obstante, aquella negativa emoción no existe en el diccionario mental de Izuku, quién atribuye la reacción a la timidez y nerviosismo por conocer a nuevas personas.
-Estamos en confianza, puede decirme como le gustan los alfas, ¿Lo ha visto en alguna fotografía?- pregunta, insistente.
-Basta, Izuku-
-Yo creo que los que tienen sentido del humor son superiores a los que sólo son bonitos de rostro- asegura, soltando una leve indirecta a su acompañante. -¿Cuál prefiere? ¿Los divertidos o los protectores? ¡Oh! ¿Y prefiere a los rubios, morenos o de cabello con colores exóticos? ¿Altos?-
-Nada, no prefiero nada- gruñe ella, masajeando el puente de su nariz.
-¿Nada? ¿Qué alfas le gustan entonces?- insiste.
-¡Ninguno! ¡Ni altos, ni bajos, ni gordos, ni flacos! ¡A mí no me gustan los alfas y menos si son hombres!-Una fuerte frenada detiene el vehículo, más por la sorpresa debido al grito que por la confesión misma. Como a cualquiera de su edad, a Midoriya le gustan los chismes y por esa razón se gira con rapidez sobre su asiento, buscando respuestas en la expresión de Momo, sin juzgarla por sus "excéntricos" gustos.
-¿C-Cómo?- balbucea. Por primera vez en todo el trayecto, la joven de negra cabellera relaja su cuerpo, mostrándose vulnerable ante su contrario. -¡Ah!-
Él entonces procede a bajarse para luego correr hasta la puerta que conecta con el asiento de su jefa, división que abre antes de invitarla a salir del interior del auto para que así ella pueda respirar aire fresco y despejarse antes de decidir continuar con su impactante confesión.
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When Our Eyes Met 「ABO!Tododeku AU」
FanfictionSon los años 60. Es una época que poco a poco se adapta a los cambios, sin embargo, siguiendo viejas tradiciones, una joven omega es obligada a contraer matrimonio con un alfa que no conoce, por lo que, desesperada, cambia de identidad con su chófer...