Capítulo 1

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La mañana había iniciado radiante y en todo su esplendor. Desde lo menos notorio como el soplar del viento hasta lo más relevante como el tráfico de las mañanas, todo marchaba de maravilla. Como si la mente de las personas fue coordinada para hacer ese día el perfecto de todo el año.

Lo más concurrido eran los aeropuertos, terminales de viajes, tiendas de decoraciones y supermercados.

Y como no, si era una fecha importante donde toda la familia se reunía en casa de alguno, compartían y comían, en ocasiones se daban detalles también y luego recibían el nuevo año.

Era una fecha alegre.

Las calles eran el reflejo de la misma emoción, adornadas con bambalinas rojas y verdes, con letreros de buenos deseos en el camino, los árboles vestidos de luces de colores ocultando la desnudez de su tronco.

Trabajadores de las tiendas convencionales estaban vestidos con disfraces navideños, gorros rojos o verdes y acompañados de una gran sonrisa, anunciando que el año llegaría a su fin.

Y no solo eso, una parte de la población se reencontraba con su primer y verdadero amor.

Los jóvenes de veinte años en adelante, se reunían con quién fue su primer y verdadero amor en la infancia y retomar un camino juntos para más nunca separarse.

Era una sociedad donde el primer amor nunca deja de ser por estar unidos al alma y en conexión con el espíritu.

Existía una marca desde el primer momento en que se unían, el destino influía para que las personas se dieran cuenta de sus sentimientos y avanzaran en ellos.

Luego se separaban por alguna razón que aunque no pareciese, era necesario. Sin embargo, el amor y unión permanecían allí.

Las personas de esta sociedad tenían una particularidad física muy notoria, poseían dos orejitas en la parte superior de sus cabezas y una cola, éstas representaban la inocencia de la persona.

Era un símbolo.

El día en que éstas se quitaran, sería producto de unión en cuerpo, alma y espíritu de una pareja. Siendo más allá de sexo, un acto sincero de amor donde sus colas y orejitas desaparecerían convirtiéndolos en adultos frente a la sociedad.

Nadie sabía el motivo de ello puesto que era su normalidad, aun así, en las escuelas se contaban diferentes mitos y leyendas que coincidían con el destino.

Historias contadas desde siglos antepasados, específicamente experiencias de ancestros que eran relatadas de generación en generación.

Se decía que la razón por la que una pareja se unía y nunca se separaban hasta que muriesen, era debido a tres deseos que le pedían a Camelia, diosa del destino.

Dependiendo de los tres deseos, Camelia le asignaba su acompañante de vida, que estuviera a su lado durante el trayecto. Alguien que encajara con sus metas pero, que tuviera deseos diferentes y fueran opuestos.

Desde ese momento, unía sus almas antes de venir a la tierra, implantando parte del afecto en ambos corazones que solo despertaría cuando se conociesen.

Por ello, era imposible romper la unión de las almas, siendo la única manera, la muerte.

La mayoría de las personas eran creyentes de algo sobrenatural, después de todo, seguían con la misma persona por mucho tiempo y eso era una gran prueba del destino.

Existían varias formas para que las parejas destinadas se unieran nuevamente. Una parte de ellas lo planteaban antes de separarse, donde acordaban volver a verse cuando cumplieran la mayoría de edad, en el cual se les reconocía un grado de madurez y estabilidad.

Primer Amor [TS] [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora