Visiones de amor ✨✔

Capitulo 7

Cuando llegamos a mi nueva escuela senti un miedo enorme ¿Y si no encajaba? ¿Y si les caía mal a todos?
Miles de malos pensamientos cruzaron por mi mente, observe a mamá y papá antes de bajarme del auto y solo podía mover la cabeza en signo de negación.

- Hija, es normal que estés nerviosa, pero debes salir del auto o sonara la campana- Dijo mamá.

- No puedo, por favor solo hay que regresar a casa- Dije rogandole a mamá.

Después de una larga y extensa lucha de palabras con mis padres, sonó la campana. Papá ya estaba un poco enojado por mi actitud, mientras mamá trataba de darme mensajes positivos. Me canse de todo y abrirme la puerta del auto. Me despedí y corri directo a la entrada antes de que la cerraran.
Busque mi salón de clases y cuando estaba decidida a entrar, el ver el salon lleno de gente que no conocía hizo que mis nervios aumentaran, así que solo fui y me sente en el pupitre mas alejado, al lado de la ventana. Algunas personas me vieron y otras me ignoraron, por lo que me odie un poco a mi misma por ser tan cobarde. Estaba resignada viendo todo a mi alrededor, ninguno de mis compañeros entro a este colegio, no sabia si eso era bueno o malo, pero me hacia sentir insegura.

Pasaron unos minutos y llego la profesora, una mujer joven, cabello rojo, tez muy blanca, alta y delgada. Me pareció muy bonita, como la sirenita.

- Buenos días nuevos estudiantes, les doy la bienvenida a su nueva escuela. Sera una nueva etapa para ustedes, así que quiero que sepan que se pueden acercar a mi para aclarar cualquier duda o simplemente para platicar. Soy la profesora Summer, espero que todos se lleven bien, empezaremos con la clase.

Dicho eso, todos aplaudimos. La profesora Summer parecia muy amable y buena persona. Dio inicio a la clase y no pude evitar darme cuenta que nadie se habia sentado a mi lado. Tampoco sabia si esto era bueno o malo. Últimamente solo tenia pensamientos y emociones que me hacian sentir rara.

Cuando comenzó la hora del almuerzo, algunos ya iban en grupo o por lo menos en parejas. Eso me hizo sentir sola, pero sabia que también era culpa mía porque no pude dirigirle la palabra a nadie. Vague por los pasillos del colegio, limitandome a solo observar a todos, hasta que mi mirada se cruzo con la de un chico que iba saliendo del salón, juro por mi vida no lo habia visto adentro, así que camine detrás de el muy sigilosamente.