Ella es risueña, encantadora, amante de los libros y de la música
Él es todo lo contrario
- Una historia donde los caminos de Ron y Leah se juntan, lástima que sea en el momento equivocado-
Corría rápido, huía , mis pies dolían y hasta me costaba respirar de vez en cuando. Mis lágrimas caían sobre mis mejillas y mis ojos estaban empapados. No tenía a nadie, no tenía a donde ir, ni siquiera tenía un arma, ni un cuchillo, nada. Hacía 2 días que no comía y eso ya me estaba afectando demasiado.
Espera demasiado adelante? Te contaré lo que me pasó.
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- Leah- Habló mi madre- Sabes que tendrás que irte pase lo que pase, cuando eso ocurra no mires atrás, no me salves, ni lo pienses- me olvidé de eso, estábamos escondidas de los caminantes, no era una horda grande pero lo suficiente para devorar a una mujer y a una adolescente que no tenían nada para defenderse- intentaré distraerlos, tú mientras huye y no te distraigas con nada, veas lo que veas, oigas lo que oigas-
-No! No puedo dejarte mamá- dije con la voz entrecortada y con lágrimas saliendo de mis ojos- Las dos sabemos que si te acercas a ellos te morderán y luego quién sabe que más podrán hacer-
No pude terminar la frase ya que ella salió del escondite improvisado que teníamos y se dirigió a ellos
- Corre Leah!- La escuché decir cuando uno de ellos mordió su cuello- Corre! Vete!- en este momento yo ya me encontraba llorando así que salí corriendo.
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Así que si, así es cómo he acabado, llorando, hambrienta, sedienta y cansada.
Estuve caminando por unas 2 horas más hasta que encontré una lombriz, tendría que alimentarme con algo, de todas maneras no podría estar tan malo no?
Vomité
Seguí caminando por otra hora más y ya estaba anocheciendo
Cuando ya casi se podía ver la luna vi al fondo de la calle por la que estaba caminando un portón, corrí hacia allí con las pocas fuerzas que me quedaban.
