Corriendo Entre Lobos

Cap 5 "Un sitio secreto"

*El galería les dejo la imagen del lugar donde se encuentran Axel y Victoria. ¡Feliz lectura!*

En qué carajos me había metido yo ahora.

Después de decirle a Axel que si los ayudaría con los animales, y que me dijera cuando iba a conocer al médico, salimos del cuarto y fuimos a lo que él llamaba un lugar secreto. 

Salimos de lo que imaginaba era el edificio de las habitaciones directo al sitio. Honestamente, no preste mucha atención como para recordar el recorrido, estaba demasiado distraída viendo cualquier cuadro, ventanal, o jarrón que se me atravesara en el camino, incluso las mesas se llevaron mi curiosidad.

La estructura del sitio era parecida a un palacio que tuvo que ser remodelado para poder ser habitado en esta época, pero no era como una película de terror, mas bien tenía cierto aire a la mansión Malfoy... pero de día.

Al final de todo el recorrido pasamos por una pequeña puerta y salimos a un jardín en el que lo único que faltaba que un hada te diera la bienvenida.

Era un sitio pequeño, pero demasiado hermoso.

Constituía de pequeños arbustos verdes de forma hexagonal. Dentro de ellos habían sembradas flores blancas rodeando un árbol que brindaba la sombra perfecta. En total eran ocho de estos mismos arbustos, todos alrededor de una fuente blanca, de la cual salía agua tan cristalina que parecía que pudieras beber de ella. Por las copas de los árboles se colaba la luz del sol y se esparcía de una manera hermosa por todo el suelo.

-Mamá envió a construir este sitio para nosotros cuando estábamos más pequeños- Axel a veces parecía leer mi mente- Era nuestra especie de escondite. Solo entrabamos Danielle y yo. James siempre estaba en su mundo como para interesarle interactuar con otro ser vivo.

Me señaló una banqueta de madera de color blanca para pasar a sentarnos en ella. Todo aquí parecía estar perfectamente combinado, era demasiado estético, y eso solo le daba paz a mi mente en medio de la tormenta de pensamientos que vivía a diario.

Mi mirada se fue directamente hacia las copas de los árboles. Las vi bailar en ese momento con el viento y al sol unirse a ellos. Esto me recordaba aquellas tardes con mis padres en un parque cerca a mi casa, yo acostada en una manta mientras ellos hablaban y yo solo me dedicaba a mirar el cielo y comer uvas.

Mi mente al sentir tanta paz, por fin comenzó a unir los puntos que necesitaba para comprender lo que estaba sucediendo. Y como si mi cabeza fuera un horno y la pizza estuviera lista, una campanilla sonó en mi mente al terminar de trazar las líneas.

-Seré la asistente de un veterinario en el caso de tres lobos pertenecientes a un clan que lidera el submundo, los cuales fueron envenenados por los rivales- Dije en voz alta. Miraba el piso como si este fuera una pantalla digital que reflejara lo que sucediera en mi cabeza en ese instante.

No serás capaz de hacerlo.

Yo puedo. Respiré hondo.

-Si, exactamente. ¿no lo entendiste hace un rato en el cuarto? - Dijo mi querido amigo con su famoso tono sarcástico que lo caracterizaba. Claro que se ganó una mirada de reproche de mi parte.

-Hablo enserio tonto- lo empuje de manera juguetona en el hombro derecho.

-Oye, ese lo utilizo para muchas cosas-Una cara de asco se ganó de mi parte- No me refiero a solo eso pervertida.

Una pequeña sonrisa salió de mí. Este idiota sabía cómo cambiar mi humor.

- ¿Cómo son las cosas aquí? - organicé mi cuerpo de tal forma que quedó mi brazo izquierdo apoyado al espaldar de la banqueta. Conociendo la confianza que teníamos, una pierna terminó encima de él, y otra en el suelo.