°•Más allá del amor•° [+18] RivaMika (Completa)

Capítulo 22

Buen día, les traigo la actualización de esta historia, espero sea de su agrado.

💞💞💞

Los dos hombres se miraron como examinandose. Levi sospechaba que el chico parado cerca de Mikasa era aquel con el que habló por teléfono. Aquel que le había roto el corazón.

—Con qué una cita, ¿eh? Bueno, si te aburres ya tienes mi número.

Eren salió de ahí habiendo dicho esas palabras altaneras.

—¿Nos vamos?—Preguntó la pelinegra.

Levi asistió, no le iba a dar importancia a ese pequeño incidente. Personas como Eren no valían la pena, y eso no arruinaria la velada.

Mikasa subió al auto seguida de Levi con ayuda de Connie.

—A dónde tú digas, Levi—dispuso Connie viéndolo por el retrovisor.

—Vamos al restaurante del que te hablé.

—A la orden.

Se pusieron en camino y Mikasa comenzó a hablar.

—Levi, estoy apenada. Perdóname.

—No te preocupes. No ha sido de importancia.

—Él es muy insistente. Luego de engañarme con mi mejor amiga, me rogó que fuéramos amigos. Qué tonta ¿cómo no vi que esto pasaría?

—Mikasa, basta. Tu no tienes la culpa, tipos como él no quieren perder a su presa. 

—Él sabe donde encontrarme. Fue una mala idea volver a confiar en él.

—Se que te gusta tu trabajo, veo tu dedicación pero ¿has pensado en cambiar de aire?

—¿A qué te refieres? 

Habían llegado al restaurante. Bajaron y Connie se quedó en el auto para darles privacidad.

—No tardaremos mucho, Connie.

—No te preocupes Levi, vayan a divertirse.

Mikasa empujaba la silla de ruedas de Levi y juntos entraron al restaurante. Los acomodaron en una mesa, les llevaron una botella de vino y luego de ordenar los dejaron solos platicando.

—Mikasa, no esperaba pedirte esto tan pronto pero…

—Habla ya, me come la curiosidad.

—He estado pensando mucho, quiero que seas mi terapeuta personal.

Mikasa abrió los ojos sorprendida.

—¿Quieres que renuncie a mi trabajo?

—Te pagaré más, tendrás comida y también techo… quiero que te mudes a mi casa.

—¿Es en serio?—la chica no salía del shock.

—Mikasa, puedes pensarlo, no hay prisa.

—Lo pensaré.

—Gracias.

El mesero llevó la comida a la mesa y ambos empezaron a comer.

—La comida está exquisita.

—Me alegro que te guste. 

Levi gustaba de ver a Mikasa y pasar tiempo con ella. Sin querer se había enamorado de ella pero era tonto con las palabras y más por la desilusión que ambos habían tenido. Quería estar con ella pero a la vez quería darle su espacio para que no se sintiera presionada.

Terminaron de comer y antes del postre Levi sacó la cajita de regalo para su cita.

—Compré esto para ti, espero te guste.