27. Despedidas

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Queda una semana para volver a casa y sigo sin hablar con Danel. Durante estas semanas ha intentado hablar conmigo pero no le he dado la oportunidad porque creo que lo mejor es dejarlo todo con él. Sé que los amigos tienen que saber escucharse y más cuando ha habido un bache entre ellos. Supongo que no soy una buena amiga. Le estoy haciendo lo mismo que le hicieron sus amigos cuando empezamos el campamento.

Tengo claro que él no es culpable de nada, que me distancio yo de él por voluntad propia y que la explicación que me quiera dar no es necesaria porque no tiene que disculparse por nada. He sido yo la que ha querido alejarse de él porque no soportaría ser amiga suya y verlo con alguna otra chica. Sería una tóxica para él, y no se lo merece. Él se merece a alguien que le apoye en todas sus decisiones. Sé que le gusto, pero tengo claro que no saldría jamás con él porque solo lo quiero como un amigo. Además, no me merezco a alguien tan bueno como él.

Durante estas semanas no he estado tan sola como cuando llegué aquí. He tenido a mi lado a Nathan y a Blaze. De vez en cuando también he estado con Mica, pero ella ahora pasa más tiempo con el grupo de Martina y Emilia, se llevaron bien después de la fiesta.

La carrera de natación fue justo la tarde del mismo día que regresamos de la playa. Me quedé todo el día en mi habitación sin ganas de nada, escribiendo todo lo que me faltaba por contar en mi diario. Blaze y Nathan, en cambio, sí que fueron, y me dijeron que Danel había quedado tercero. La verdad es que me habría gustado que hubiese quedado primero, pero en ese momento lo último en lo que quería pensar era en él. Me dijeron también que cuando le dieron la medalla por quedar en uno de los primeros puestos no se le veía muy contento y que nada más recoger su premio se fue y no volvieron a verlo más ese día.

En las clases he tenido que aguantar su presencia diaria porque está justo a mi lado. De vez en cuando me ha preguntado dudas sobre lo que hemos dado, pero nunca me ha sacado el tema que evito constantemente en clase.

El grupo de Leti me ha mirado con superioridad desde aquel día. No sé si lo han empezado a hacer ahora o si me acabo de percatar estas últimas semanas. Las llamadas y los mensajes de ese número anónimo han cesado.

Y por último, a la vez que yo ahora paso las horas libres con Nathan y Blaze, Danel las pasa con su antiguo grupo de amigos. Cada vez que nos los cruzamos evita mi mirada y yo la suya.

Abro mi diario para seguir escribiendo acerca de estas últimas semanas. Solo me quedan dos hojas y lo acabo. Cuando termine, tendré que aguantarme y esperar a volver a casa para comprarme otro. Odio escribir en hojas sueltas. Me lamento al ver el marca páginas: la rosa amarilla que me regaló Danel aquel día. He pensado diariamente en tirarla a la basura, pero soy tan masoca que me gusta tenerla de recuerdo. Paso las páginas en blanco hasta toparme con la última.

Está escrita y no la he escrito yo.

Quizás para cuando llegues a la última página ya han pasado años desde que me conociste. O igual has tenido una racha en la que no has dejado de escribir y no ha pasado tanto tiempo...

Lo primero, disculpas. No soy quién para escribir en un diario ajeno. Y lo segundo, porque seguro que se te ha pasado por la cabeza, no he leído tu diario, solo he leído las primeras páginas y no he pasado de ahí. Igualmente, te digo que soy un chico decente que no iría por ahí contando lo que he leído, así que puedes confiar en mí.

Como seguro que ya ha pasado mucho tiempo desde que me conociste, no me importa decirte ahora que mi principal objetivo ahora mismo (ahora en el momento en el que estoy escribiendo) es conocerte y hacer que este sea uno de los mejores veranos de tu vida. No sé si lo habré conseguido para cuando leas esto, pero al menos ahora sabes mis intenciones.

93 días de Verano ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora