MDZS ¿Es verdad o es una broma?

Capitulo Veinte

Dos días más y no había señales.

Habían acortado su viaje a la aldea y lo único que consiguieron antes de que los cazaran de nuevo, fue la pista de que no habían sido vistos, el secuestrador no fue por ahí.

Cada vez el grupo volvía más desgastado, desviando su poder espiritual para que esta continuara alimentando su cuerpo.

Así como siempre, volvieron a subir las escaleras, agotados, una expresión de desesperación adornando su rostro, estaban aterrados, ¿y si su amigo no volvía nunca?

No sabía si era el agotamiento o la desilusión, pero los chicos de Gusu cada vez perdían mas la etiqueta y se movían de manera floja y poco elegante, Lan LiXue junto a otros discípulos tomaban ya sin pensar la comida de los platos y se sirvieron más de tres raciones.

Lo único que les pudo levantar la moral en ese momento fue Wei WuXian, había llegado apenas hace un día y ya había desplegado su propia búsqueda.

—Jiang Cheng no ha terminado con esta parte, se la dejare mientras nosotros vamos por aquí. —Wei WuXian ahora estaba dirigiendo a los jóvenes en otra estrategia.

Ni con una bebé en brazos el joven maestro Wei dejaba de dar miedo y claro que eso provocaba, habían secuestrado a su sobrino, entre él y el líder de secta Jiang estaban planeando mil torturas para el estúpido.

—Nos vamos en media hora, así que prepárense. —nadie se atrevió a mostrarse cansado al momento de recibir la orden.

—LiXue, espera. —la joven se giró por la voz de Lan JingYi—Esto se te cayó.

Lan LiXue miró al adorno y extendió la mano para que se lo devolviera antes de que su cabello cayera. Sin embargo, Lan JingYi ya estaba a solo centímetros de ella colocándolo en su lugar de nuevo.

—Algo de cabello se soltó—se excusó él mientras seguía frente a ella, Lan LiXue no se atrevió a levantar la mirada hasta que sintió como la tomaba de los brazos y la abrazaba—Y no estés así, vamos a encontrarlo.

Lan LiXue soltó un suspiró y devolvió el abrazo a su compañero, ese era el mejor descanso que había tenido en días.

Los ancianos de Lanling Jin lo vieron todo horrorizados.

Eso era inaudito.

—Disculpe maestro Wei, pero no puede disponer de los discípulos como si nada, veníamos a una misión y ahora que no se ha realizado nada, debemos volver.

—Bueno, entonces ellos pasen a mi responsabilidad y ustedes vuelvan a casa.

—No podemos transferirle ninguna responsabilidad, no importa por el nombre de quien sea—esto claramente lo decía por Hanguang-Jun, el cual la única razón por la que no estaba ahí es porque lo habían atrapado en un asunto urgente de la secta. — Si quiere continuar con la búsqueda será por sus propios medios.

Ante la negativa e insistencia de los mayores por detener la búsqueda, el grupo se estaba quedando sin opciones, así que tuvieron que aplicar una de sus tantas tácticas.

—Ah... mi cabeza. —empezó Lan LiXue doblándose un poco.

—Que tome asiento y agua, en un momento más nos iremos. —respondió la maestra tomando las riendas de la discusión, a continuación, Lan LiXue se dejó caer al suelo.