Epílogo

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Si dijese que he dormido bien esta noche, mentiría. Creo que no he dormido más de tres horas por los nervios a empezar primero de bachiller. No tengo muchas ganas de comenzar, la verdad, pero como sé que ya no soy la misma que el curso pasado, tengo esperanzas de caer bien a la gente y poder hacerme amiga de algún compañero o compañera que tenga.

He quedado con Blaze en el cruce donde nos separamos la última vez para ir al instituto. Desde allí, solo tendremos que andar quince minutos largos para llegar.

— ¿Con ganas de empezar, Sum? —pregunta en cuanto nos vemos.

—Sí y no.

—Tranquila, yo estoy igual —apoya mi respuesta—. Por cierto, este es Jorge —me presenta a su amigo, que acaba de llegar por el mismo camino por el que he llegado yo hasta aquí.

—Encantado, Summer —es lo único que dice—. Aunque ya nos conocíamos.

—Lo mismo —digo.

Jorge es uno de los amigos de Blaze. Lo sé porque los cursos anteriores los veía juntos en los pasillos y en los patios. Parece majo, pero no lo conozco lo suficiente como para definirlo.

Vamos los tres juntos caminando hasta el sitio donde estudiaremos todo este nuevo curso. Lo hacemos hablando sobre cómo nos ha ido el verano.

En un cambio de tema, descubro dónde vive Jorge.

—Vivo cerca del parque de las fuentes. ¿Y tú? Me pareció ver el curso pasado que volvías a casa en la misma dirección que yo.

—Sí, vivo por la misma zona.

—Pues podéis esperaros los siguientes días y vais acompañados —propone Blaze.

— ¿Es una buena idea, qué te parece, Summer?

—Genial —digo.

Incluso antes de pisar el instituto ya estoy hablando con gente, esto me parece muy raro para mí.

En cuanto llegamos, nos dirigimos directamente a la puerta de entrada para ver las listas de las clases. Busco mi nombre entre tantos hasta que lo encuentro en 1·E. ¿Cómo es que hay cinco clases si el año pasado no llegábamos a cuatro?

Por hacer como hacen los demás, miro los nombres de mis futuros compañeros. Hay muchos nombres que no conozco, pero mi corazón empieza a latir muy fuerte en cuanto leo al principio de la lista: Danel Blake.

¿Danel viene a este instituto a hacer bachiller?

De repente, unas manos tapan mis ojos desde atrás. No puedo ver nada y supuestamente tengo que adivinar quién está detrás de mí. Pero yo no digo nada por si la fastidio diciendo el nombre que no es.

— ¿No vas a adivinar quién soy? —escucho su voz.

Aparto sus manos de mi rostro, me giro y le doy un abrazo. Lo he echado mucho de menos esta semana. Él me devuelve el abrazo.

Cuando nos separamos, le echo la bronca.

— ¿Desde cuándo sabes que ibas a venir aquí?

—Desde hace dos días.

—No me lo creo.

Sonríe burlón.

—Nos llamaron del instituto diciendo que nos cambiaban a todos a este porque teníais espacio. Quiero decir —vuelve a explicarse—, nos han cambiado a todos el instituto de referencia porque el otro instituto ya estaba saturado por gente de otros centros, o algo así entendí.

Fuese por lo que fuese, estaría en la misma clase que él. ¡Qué emoción!

Blaze y Jorge están mirando las otras listas en busca de sus nombres hasta que mi amigo se gira y ve con cara de conmoción a Danel. Se acerca para expresarle lo contento que está de que esté aquí.

93 días de Verano ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora