Aaron

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Apareció por el portal cual aparición divina. Sí mi novio, Martin.
Rápidamente me separé de Jesse bajo la atenta y confundida mirada de Martin.
Lo que dije a continuación era todo lo que podía decir.
-Jesse este es Martin, mi novio, y Martin, este es Jesse mi vecino. Jesse luego me paso por tu casa y terminamos de hablar de esto. Y Martin, podemos hablar? Ahora.-
-Sí por supuesto, bueno adiós.- y con eso Jesse se subió en el ascensor.
-¿Qué coño ocurre?- dijo Martin tremendamente confuso. Nos sentamos en los escalones.
-A ver, te voy a contar todo cuanto pueda. Me gustaría que no me interrumpieses.-
-Adelante.- asintió.
Comencé contándole todo lo de Jesse antes de contarle lo que ocurrió con Aaron, una vez que lo entendió pasé a Aaron.
-A ver, lo de Aaron ocurrió hace como un año y medio. Lo conocí gracias a Jesse y bueno puesto que eres mi actual novio, voy a saltarme los detalles de nuestro enamoramiento. Llevábamos juntos casi 6 meses, todo era perfecto hasta el 15 de julio del año pasado. Ese día pues habíamos quedado para ir a hacer skate pero por la mañana cuando me dirigí a su casa me quedé sin palabras. Toda su casa estaba rodeada de cinta policial y había unos cuantos policías por la zona. Recuerdo que había mucha gente intentando averiguar algo y entonces fue cuando ví a Jesse y a la hermana pequeña de Aaron. Rápidamente fui a preguntarles qué coño pasaba. Según me dijeron, por la mañana Sam, la hermana de Aaron volvió a su casa porque había pasado la noche en casa de una amiga, y al entrar Aaron salió corriendo a su lado con lágrimas en los ojos unos cuantos cortes y algo de sangre. Dijo que me diera una carta que le entregó a mí y se fue en su moto rápidamente. Cuando Sam entró en su casa encontró a su padre muerto en la cocina, con sangre por muchos lados. Consiguió llamar a la policía entre el shock que se le quedó. Sus padres estaban divorciados desde hace mucho y Aaron tampoco se llevaba mal con su padre. La pobre Sam estaba traumatizada y Jesse y yo intentamos consolarla a pesar de que yo estaba en tremendo shock sin entender nada, aún con la carta sin abrir en mis manos.- en este momento tuve que pararme a respirar un poco porque la voz comenzaba a fallarme.
-Chels estás bien? Estás segura de que quieres continuar?- dijo Martin con tono preocupado y cogiendome en sus brazos.
-Sí sí,mereces saberlo. Cuándo pasaron los días, seguíamos sin tener noticias de Aaron, yo estaba destrozada y en un momento de esos decidí leer la carta. La leí tantas veces que la memoricé:
"Hola Miss Evans, no tengo tiempo de decirte mucho, que todo esto te parecerá muy confuso pero tengo que dejarte una cosa clara y no si creerás en , pero yo siempre creí en y tienes que entenderme; yo no fui. Puede que todo apunte a que yo maté a mi padre pero jamás haría eso, es todo una gran confusión y que si me quedaba todo el mundo diría que yo fuí y eso. No podía soportar más y lo mejor es esto. No si nos volveremos a ver el destino dirá pero Chels, me has marcado y siempre estarás en mi corazón.
Siempre tuyo,
Aaron."
La carta estaba muy sucia y arrugada y con algo de manchas de sangre supongo que la escribió antes de marcharse muy rápidamente. No hay mucho más en esta historia, lo típico, chico se va chica con corazón roto piensa que su vida ya no volverá a tener sentido. Pero Aaron es pasado, tú eres el presente. Y no he podido pedir un mejor presente.- y con eso me hundí en su pecho mientras él me sostuvo en sus brazos sobreprotectoramente.
Su perfume me inundó y así nos quedamos un rato más. Las palabras sobraban, todo a nuestro alrededor no existía, sólo él y yo.
Pasamos así lo que pareció una eternidad y luego decidimos subir a mi casa. La tarde no fue mucho más, la pasé con él y no necesitaba nada más.
Hoy me estaba dirigiendo a el punto de quedada con Ethan, Rubén y Alexby. Había quedado con ellos para despedirme de Rubén que mañana se iba y en una semana volvíamos al insti, sí, todo muy depresivo. Pensamos que sería una despedida memorable si la pasábamos en el Laser tag, juego que amábamos. Hablé con Jesse aquella noche, aclaramos muchas cosas y nos unió bastante como amigos el tema. Martin no parece nada molesto, y me alegró definitivamente, obviamente no le hace nada de gracia lo que Aaron hizo pero eso le pasa a todos.
Cuándo ví la espalda de mi Ethan me arroje sobre él a lo que él correspondió. Luego ví que Rubén reía a su lado.
-Hola idiotas!- exclamé feliz de verles.
-Que hay Chels- dijo Rubén.
-Hola idiota- correspondió Ethan.
-¿Y Alex? ¿Tarde para variar?- dije divertida. Alexby absolutamente siempre era el último en llegar y son incontables las veces que no le han dejado entrar a clase por llegar tarde, es un auténtico desastre de persona.
-Para variar- afirmó Ethan- bueno, el local esta a dos manzanas de aquí, le esperamos un rato más y si no que vaya allí.-
-Vale- me dirigí a Rubén- ¿tú has jugado al Laser Tag alguna vez?- Ethan, Alex y yo solemos ir muy a menudo, el Laser tag de Liverpool esta genial y siempre nos lo pasamos de puta madre, ademas soy una máquina en ese juego.
-He jugado un par de veces al paintball pero al laser tag nunca, me patearéis de fijo- rió.
-Tampoco te creas, Ethan y Alexby son tremendamente malos-
-Ehhh, perdona, ¿te recuerdo quién ganó la última vez?- acusó Ethan.
-Os dejé ganar y lo sabéis.- dije a la defensiva.
-Seguro.. -dijo Ethan dándome la razón para que me callara.- mirar quién viene por allí- señaló al despistado Alexby que aparecía por el final de la calle.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2015 ⏰

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Un tal Martin GarrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora