212 50 6
                                    

Una animada castaña golpeó la puerta de la residencia Im un par de veces antes de ser recibida por la mujer de gran edad, quien le sonrió con honestidad.

- Hola señora Im, ¿Yeojinnie ya llegó a casa? -Preguntó con emoción la más baja. Yerim no había podido ver a su amiga en la mitad del verano pues esta se encontraba en un campamento y le emocionaba poder volver a verla.

- Así es Yerim, llegó anoche en realidad, pero estaba muy cansada y se durmió apenas entró a su habitación. -Aquello hizo reír a ambas. - Puedes pasar, está en el jardín trasero. -Con una sonrisa y una reverencia respetuosa, Choi se adentró al hogar con su mochila en ambas manos.

- Yerim Unnie. -Fue lo primero que dijo la pelicorta al verla, la nombrada alzó sus brazos cuando la vio correr hacia ella dejando lo que hacía para abrazarla.

Había extrañado eso, demasiado tal vez, el sentir a su menor acomodarse en su pecho y poder recostar su mentón en la cabeza de Im, como también adoraba que el perfume de la joven la embriagara y se apegara a sus prendas.

Para la joven Im no era muy diferente, disfrutaba mucho poder rodear a la castaña con sus brazos y escuchar sus latidos en su pecho relajarla mientras las manos de su amiga acariciaban su cuello cabelludo.

- ¿Te cortaste el cabello más que antes?

- Perdí un reto en el campamento. -Se encogió entre sus hombros un tanto avergonzada, y la mayor soltó una risilla entendiendo.

- Te ves muy linda. -Dijo con sinceridad, recibiendo un beso en su mejilla como "recompensa" por el halago. - ¿Cómo la pasaste allá? -Preguntó Choi aún sin soltarse de la pelicorta, quien levantó su mentón para mirar desde abajo a la mayor.

- ¡Muy bien! Hice nuevos amigos, se llaman Lena y Jeongin, debería presentártelos. -Sonrió con entusiasmo. - También aprendí a hacer nudos ciegos y nadamos en una laguna, el agua estaba muy fría pero fue increíble. -Contaba cada detalle con su linda expresión alegre, mientras que la más alta asentía a sus palabras escuchándola con atención.

- Me alegra que te hayas divertido, porque en una semana entramos a clases nuevamente. -Rodó sus ojos la mayor, para luego escuchar a la pelicorta estirarse hacia atrás, aún siendo sostenida por su amiga para no dejarla caer, mientras soltaba un quejido.

- No me recuerdes eso, tendré que volver a ver a Haseul y tu hermano coquetear. -Dijo para después mostrar una mueca desagradable.

- Ugh, ni me lo digas. Mientras no estabas aquí, ella venía a mi casa prácticamente toda la semana, no es que me caiga mal ni nada así. Pero es demasiado incómodo verla... Con mi hermano. -Ambas coincidieron en que no les parecía agradable ver tales escenas de sus mayores.

- Yah, pero yo no digo nada cuando tú te la pasas viniendo acá. -Tanto Choi como la menor de las Im se tensaron al oír la voz de aquella castaña, quien las observaba desde la puerta que daba al jardín trasero.

- Hola Haseul unnie. -Saludó la invitada con una sonrisa. - Sé que a veces vengo muy seguido aquí, pero al menos no coqueteo con tu hermana como tú y Yeonjun lo hacen. -Se intentó defender aún sujeta de la joven pelicorta.

Una sonrisa socarrona se apoderó del rostro de la mayor entre todas, cruzándose de brazos y alzando una ceja a su hermana. - ¿Aún no?

Im se enteró en seguida a qué se refería la joven y se hundió entre sus brazos, escondiéndose en el hombro de Choi con un notorio sonrojo cubriendo sus mejillas. - Ya casi, deja de molestar. -Una carcajada fue soltada por los labios de su mayor, quien asintió entendiendo.

- De acuerdo, voy a salir así que las dejo solas.

- ¿Con Yeonjun de nuevo cierto? -Se atrevió a decir la invitada nuevamente.

Bracelet - Yeorry OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora