•Una infidelidad.
•Un matrimonio arreglado.
•Un desconocido.
•Una casualidad.
•Un amor prohibido.
"Son los caminos para llegar a la avenida desastre."
Bryce una chica hermosa e inteligente, que lo tenía todo para ser feliz, una noche descubre la inf...
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Multimedia: Christian French - Head Firts
Mía ~.~.~
La he cagado a lo grande, lo sé, lo veo en su rostro. Soy un maldito idiota sin suerte.
Al ver a Bryce doy un paso en su dirección, la mirada de decepción lo dice todo. Vuelve a entrar a su apartamento y la puerta se cierra.
Jess me tira la chaqueta furiosa , está impacta contra el suelo —Vete a la mierda —gruñe—,Ningún capullo me rechaza en mi propia casa.
Tomo la chaqueta del suelo y Jess cierra de un portazo. Siendo sincero; me importa muy poco. Al igual que debería imprimir poco la diosa de ojos verdes. Pero no es así, salgo disparado en su dirección, aporreo la puerta un par de veces pero no se abre.
<<¿Porqué mierda estoy haciendo esto?>>
—Bryce —llamo —,Abre la puerta.
Todavía no comprendo que es lo que me tiene aquí, rogando que me abra la puerta.
<<Las ganas de follartela>> responde mi subconsciente. Y sé que tiene razón.
—Bryce —insisto.
Apoyo mi frente en la puerta de madera cuando esta no se abre, me reprocho haber seguido los consejos de Mark y Kev.
<<Folletela y listo, desaparece de tu cabeza>> Maldito Mark y su consejo de mierda.
<<Si hermano, estás encaprichado con ella porque no te la has follado, es lo mismo que te sucedió con la camarera en Londres, luego de follartela olvidaste hasta su nombre.>>
Yo de imbécil les hago caso, vengo en busca de ella y resulta que esta vez sí toco la puerta de Jess en lugar de la de Bryce. Si antes pensaba que era casi imposible follarmela ahora será misión imposible.
—Bryce —vuelvo a insistir.
Aporreo la puerta aún más fuerte —No me iré hasta que abras la puta puerta. Si no quieres un escándalo...
Sin previo aviso la puerta se abre, agradezco mis buenos reflejos, si no mi cara estaría chocando contra el piso en este momento.
—¡Largo! —grita antes de cerrarme la puerta en la cara, lo cual no logra porque soy más rápido y coloco un pie entre la puerta y el marco de esta y, se abre de nuevo.
—¿Qué quieres Zeke?
Bryce me mira furiosa, pero yo solo puedo ver sus piernas desnudas en ese pantalón corto y el top que cubre los mejores pechos que visto en mi vida. Mi polla se endurece al recodar la suavidad de su piel.
