Siempre junto a ti

Los hermanos.

Después de asegurarme de que la foto fuera eliminada me relaje, aunque no tanto cuando cruce la puerta del salón y todos me quedaron viendo. 

Eso me extraño hasta que comprobé la hora en mi reloj de mano media hora tarde, genial, se me fue la noción del tiempo un tanto. Pero las desgracias no acababan ahí cuando giro a buscar al profesor con el que tendré que excusarme me congelo al ver al profesor Cristian, ¿Tengo clase con él?, por supuesto es jueves siempre tengo clase con él a primera hora, perdí la noción de todo.

Mi corazón se acelera al recordar lo pasado la noche anterior, mis manos sudan y soy incapaz de mirarlo a los ojos, solo miro el piso esperando el llamado de atención.

-Eh, buenos días profesor, yo..

-Puede tomar asiento señorita Zalot- Dice totalmente calmado pero interrumpiéndome con un tono fuerte para mi sorpresa.

Asiento con la cabeza y me dirijo a mi puesto en el fondo del salón. No pongo mucha atención en clase y me pongo a ver por la ventana que queda al lado de mi puesto, la clase queda como un sonido terciario mientras observo el día nublado, y con ganas de desatar una tormenta.

-Kathleen!!- Me llama mi compañera del puesto de al frente.

Me giro sorprendida para encontrarme que todo el salón incluido el profesor me mira esperando una respuesta a una pregunta que no tengo idea cual es.

-Puede repetir la pregunta por favor- Pido cordialmente pero mirando hacía abajo todo el tiempo.

-Le preguntaba señorita Zalot según lo que hemos visto en clase, ¿cree usted que haber experimentado experiencias no agradables en cualquier etapa de la vida justifica actos crueles pos-trauma?

-No, miremos el caso de Hitler lo rechazaron en una escuela de arte denigrándolo por no tener talento y bueno todos sabemos en que acabo...

-Al punto- Me afana el profesor

-Quiero decir que supongamos que de 10 candidatos ha dicha escuela 6 fueron rechazados, 4 aceptados, pero de los seis rechazados solo uno se volvió el comandante de un cuerpo militar e inició una  guerra mundial, ¿por que no lo hicieron los otros 5 rechazados a pesar de tener la misma experiencia no agradable?. Los traumas influyen en tu manera de actuar pero no la definen por siempre, lo hace la manera en como afrontas esos traumas.

Hasta que termino de dar mi punto de vista me doy cuenta de que he estado mirando fijamente al profesor (que en algún momento se acerco hasta quedar a tan solo metro de mi) sin nada de pena defendiendo lo que pienso, y el me esta viendo de la misma manera, por un momento todo se detiene, hasta que la campana nos devuelve a la realidad. 

-Muy bien, tienes un punto positivo en la nota final Zalot- Dice antes de volver a su escritorio para recoger sus cosas y salir del salón, pero no puedo pasar por alto como hasta el último segundo antes de salir me mira.

El día sigue de manera común, cambios de clase, profesores enseñándonos cosas que no me servirán para nada en la vida. Pero cuando suena la última campana caigo en la realidad de que tengo que ir a la estúpida casa del estúpido novio de mi hermana, y que no solo eso, el nos recoge, así que también me lo tengo que aguantar en un carro, una parejita de adolescentes en un carro que pesadilla.

Tuerzo los ojos cuando veo llegar a su enorme camioneta negra, sin saludar o esperar que la pareja se salude me monto en la parte trasera del auto, hoy no es un buen día, nunca es un buen día pero hoy menos. Bajo la ventana del carro para recibir aire mientras me pongo mis audífonos mi meta no escuchar a la parejita que habla adelante.

-¿Y tu que quieres comer Kathleen?- Michael pregunta y ruedo los ojos antes de responder.

-Veneno, por favor