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El sonido de los autos pasando por la vía y el del numeroso número de personas que salían del aeropuerto eran completamente opacados por los audífonos en sus oídos, su mirada no se despegaba de la pantalla del teléfono en su mano mientras que su padre la miraba con algo de cansancio, a estas alturas le era imposible despegarla del celular.

— Papá ¿Por qué no podía quedarme con mi mae simplemente? —La joven reclamó mientras que ambos subían sus cosas al auto— Sería mucho más simple estar con ella, o con la abuela, incluso con mí tía —Comenzó a enumerar de a poca, pensando claro por si olvidaba alguna opción—. Cualquiera es mucha mejor opción que venir hasta acá y aguantar este traca traca.

— Te repito que no dejaré que mi pequeña se quede sola en aquel lugar —La pelirroja haría una mueca preguntándose porque de repente su padre se comportaba así—, aquí tendrás buenas experiencias y no creo que sea por tus "amigos" que no quieras quedarte —El hombre sonrió mientras subía al asiento del copiloto y su hija a los asientos de atrás.

Los ojos verdes de la chica bailaron un poco pues su mente buscaba con apuro una excusa— Pues… ¡El perro y el gato se quedaron sin comida!

La risa del hombre no tardó en aparecer en forma de una fuerte carcajada, una que con el tiempo se calmaría y dejó el silencio en su lugar.

— Cuando estemos en la casa de mi socio quiero que dejes un rato ese celular —Se rompió el silenció luego de unos minutos gracias a esas palabras—, tienes casi 17 años, entabla una conversación y haz amigos —Por su parte la chica simplemente ignoró a su progenitor de manera olímpica, acostándose en el asiento de atrás—. Hayden por favor haz un esfuerzo para socializar, mi socio tiene una hija de tu edad, tal vez amba-...

— Noup —interrumpió ella aun teniendo la vista sobre su celular— No quiero tener nada que ver con niñas ricas.

Ironía... ironía en su más pura expresión señores.

Ninguno decidió continuar con la plática debido a la poca cooperación de ambos al hacerlo. Centrándonos en la joven, Hayden solo cambiaba su foco de atención entre la ventana del automóvil y la pantalla de su celular el cual corría algún juego, algo que cambiaría al poco rato al encontrar en su rango de visión una casa que, aunque no fuera una mansión, se podría considerar demasiado lujosa.

— Está gente es narco, no tengo pruebas pero tampoco dudas —Unas leves risas en forma de suspiro salieron de las boca de su progenitor en lo que bajaban del auto y a la vez esperaban que su equipaje fuera desembarcado de este—. Oye pa.

Al ser llamado, el de mayor edad posó su mirada en la joven, que tan solo unas cuantas señas ya le había comunicado lo suficientemente— Bien, ve a dar una vuelta por el área —Al verla extender la mano esperando a que le diera dinero este solo se limitó a palmear su cabeza—. Sé que tienes dinero en tu mochila así que creo que eso no te será problema, camina un poco y regresa en unos 45 minutos –Ella tan solo asintió para que el hombre, seguido de aquello, alborotó los cabellos de su hija sacándole una sonrisa a esta que empezó a caminar con aquel celular.

No tardó mucho tiempo en aparecer la persona por la que principalmente habían viajado hasta el país asiático— ¿No te preocupa que alguien le haga daño a estas horas? —El padre de la chica solo sonrió como de costumbre

— Preocúpate por quien quisiera hacerle daño, amigo mío —El cambio en su tono de voz no era tan evidente, pero se notaba a leguas el desagradó que esté tendría al llamar a su socio como "amigo"—. El que tenga aquella cara bonita no significa que sea débil ¿Gustas un poco de Whisky? —Luego del comentario ambos hombres retomaron camino al interior de la casa.

El tiempo transcurría cómo debía y las noche comenzó a llegar a su punto más alto, a pasos lentos acaricia su mano izquierda tratando de que el dolor en su mano desapareciera— No debí hacer ese movimiento, maldito malandro —Con su otra mano volvería a sacar su celular mirando sus mensajes y gruñendo en el proceso—. De acuerdo, toca comprar algo para el viejo.

Bostezo dirigiéndose rápido a un pequeño minimercado en toda la esquina de una intersección, no le importaba mucho lo que pasaba en el interior del local así que solo procedió a tomar unas cajetillas de cigarros y algunos que otros bocaditos, suficiente para deleitarse por unos minutos.

— ¡Oye! ¡Cerdo bastardo, fuí suave! —Al ver qué estaba a nada de formarse una muy segura pelea y ella estando apresurada no estaría parada en ese lugar más de lo necesario.

— Aparta —Decidió que lo haría a un lado con su cuerpo y mantendría asegurado su lugar colocando las cosas a comprar en el mostrador— Hazme la cuenta por favor gordito. Uff, agradezco que ese viejo insistiera con las tediosas clases de coreano.

Tanto su acento como forma de expresarse denotaban que era extranjera, aunque todo eso era terriblemente opacado por su belleza y tener embobados al cajero y al chico que gritaba recientemente.

— Oye linda —El chico que tenía gafas de sol trató de llamar la atención de esta misma, aunque Hayden ni caso le hacía pues consideraba más importante su teléfono— ¡¿Acaso te atreves a ignorarme?!

Chingue a su madre Brayan coreano —Usó su lengua materna para expresarse, dejando con una cara de obvia confusión a quien le gritó hace tan sólo unos segundos.

— Esto no terminará bien — fueron sus pensamientos al momento.

Tenía a un chico que trataba de hacerle un ligue de la manera más tonta y cliché posible sin que la chica que estaba matándola con la mirada se diera "cuenta" ¿Que tanto podría empeorar más está situación?

Pues aunque no lo pareciera, estaba escalando a más y de un momento a otro estaba metida en problemas amorosos de esa pareja siendo que ella no pintaba absolutamente nada en ese lugar.

¿Por qué me persigue la desgracia? —Se dijo para sí misma en lo que tomaba un refresco con la esperanza que la poca cafeína y azúcar que contenía fuera suficiente para tenerla unos minutos más despierta hasta que el problema acabará. Un suspiro salió de su boca antes de sorprenderse por la manera tan exageradamente violenta en la que ese joven de poca contextura física había arremetido contra su supuesta novia por una infidelidad.

Más ese acto hizo que su sangre hirviera de un momento a otro y ni lenta ni perezosa le importó ser injusta y atacar por la espalda— Pocos huevos que es este hijo'puta —Se devolvió, no le apetecía para nada pasar ni un segundo más aguantando ese show—, ahora si gordito ¿Cuánto es?

Su voz, su porté… todo en ella denotaba un peligro seguro que ocasionó que el cajero del minimercado temblará, prefiriendo ser rápido con su trabajo y evitar consecuencias.

— Quédate con él cambió, es tuyo así que tranquilo —Fueron sus palabras antes de salir del local con las cosas ya pagas.

Por el caminó su coraje se vería disminuido gracias a la larga caminata, más este se vería sustituido por un dolor en su cabeza tan fuerte que la hizo detenerse antes de ingresar a la casa en donde habían llegado inicialmente— Olvide mis putipuercos lentes, llegué 10 minutos tardé, tengo migraña y aún tengo que lidiar con estos ricachones —Enumeró cada una de las cosas que pasaron en tan solo unas horas, cosa que aumentó su dolor de cabeza—. Este si que fue un día de mierda.

~♠~

Este fanfic va a cumplir un año de ser publicado justamente mañana, así que viene siendo hora de editarlo y plasmar mejor la idea original con la que comencé esto.
Puede que a muchos no les guste lo que esté por hacer, cambiaré algunas cosas eso sí pero no considero poder seguir con la historia si no puedo arreglar todo esto antes.

Primera publicación:
02/08/2021
Edición:
01/02/2022

Rosas y Espinas  |《Lookism》|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora