𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗝𝗘𝗔𝗡𝗦 │ DOTAE

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you were sorta punk rock, i grew up on hip hop
but you fit me better than my favourite sweater and i know
that love is mean, and love hurts
but i still remember that day we met in december, oh baby

💙

Medianoche. En la casa de DoYoung. Apenas el 1 de febrero de 2019.

TAP TAP TAP.

Silencio.

Corriendo detrás de sus sueños de nuevo, pero sólo por otro precioso breve momento, antes de que otra vez fuera arrastrado.

TAP TAP TAP.

Los ojos de DoYoung se abrieron con irritación, ahuyentando el sueño y pensando por un momento en su paz robada. Sabía exactamente quién estaba afuera tirando piedras a la ventana de su habitación.

Dios sabía que TaeYong era un ladrón de paz. Robando la paz y tomando la cordura. Así era como trabajaba.

Trepando por la ventana, sobre el umbral. Tan silenciosamente como sea posible para no despertar a los leones dormidos. Fuera del cautiverio y en el mundo libre.

Estaba frío y oscuro, pero TaeYong estaba cálido y su cabello color amatista era brillante y resplandeciente.

—Vamos Capitán, apúrate, no tenemos todo el día, cariño. —siseó TaeYong, mientras agitaba los brazos, sus joyas plateadas brillaban a la luz de la luna.

—Jesús, Taeyong, necesitas relajarte. —refunfuñó DoYoung, con sus pies golpeando el suelo. Tierra real y sólida. No era el suelo de su casa, que se movía todo el tiempo. Siempre se sintió como si fuera a caer directamente, pero aquí estaba conectado a tierra, podía agarrar su entorno, todo era tangible. Finalmente estaba libre y en control.

—Tomó su tiempo, ¿no es así? —TaeYong se rió, mientras se paraba en medio de la carretera vacía, girando en círculos hasta que sintió que se iría volando—. Simplemente te encanta hacerme esperar.

—No amo a nada más. —respondió secamente el más alto mientras se sentaba en la acera, con las largas piernas extendidas mientras veía a TaeYong girar y girar y girar en su mundo fuera de control.

En el exterior, DoYoung y TaeYong eran muy diferentes. Diferentes situaciones, diferentes vidas, diferentes gustos musicales. Pero por dentro, sus corazones y sus mentes eran exactamente iguales. Ellos sintieron lo mismo. DoYoung era un trueno y Taeyong era un relámpago. Espíritus afines, criaturas aladas, luchadores por la libertad.

TaeYong se estaba cansando ahora, tropezando, volcando, tambaleando, DoYoung rápidamente se levantó y lo agarró con un brazo antes de que pudiera estrellarse contra el concreto. Dejándolo simplemente agarrado, persiguiendo su aliento, llenando sus pulmones con el aire fresco de la noche.

Después de unos minutos, DoYoung se agachó sin decir palabra para que TaeYong pudiera subirse a su espalda. El chico de cabello lila dejó que su cuerpo se aflojara, su cabeza descansaba junto a la de DoYoung para que pudieran susurrar el uno al otro.

TaeYong estalló. Llamas explosivas, chispas y colores mientras duró. Que nunca fue largo.

De repente, TaeYong escondió su rostro en el cuello de DoYoung, gimiendo levemente de irritación mientras juntaba sus manos sobre el pecho de DoYoung.

—¿Qué pasa contigo? —DoYoung preguntó con cautela mientras entraba a los relajantes brazos del bosque, dirigiéndose hacia el delgado arroyo que se encontraba allí.

—La luna —TaeYong se asomó por detrás del hombro de DoYoung, sólo sus ojos redondos y perturbados eran visibles y estaban fijos en la luna llena plateada que brillaba orgullosa esa noche— ¡Nos está mirando!

—¿Qué carajo, TaeYong? —DoYoung se echó a reír también ante eso, tanto que casi caminó directamente hacia un árbol e hizo que ambos cayeran— Estoy bastante seguro de que la luna tiene mejores cosas que hacer que mirarnos.

—No es gracioso —TaeYong se relajó un poco mientras los árboles los protegían de la luna vigilante— ¿A dónde vamos?

—Ya verás —dijo DoYoung simplemente antes de continuar su camino, dejando que TaeYong pensara en silencio—. No te duermas encima de mi, chico bonito.

—Aye, aye, Capitán —respondió débilmente el chico, su cabello se movió hacia adelante en sus ojos— No lo haré.

Llegaron al arroyo y DoYoung dejó que TaeYong se deslizara por su espalda y cayera al suelo. Tenía las piernas un poco temblorosas, como un cordero recién nacido, pero pronto se calmó, saltó de asombro y emoción.

—Te gusta, supongo. —sonrió el más alto mientras observaba con las manos en los bolsillos, el chico bonito bailando de nuevo.

—Sí, Cap, no es tan malo —TaeYong se rió mientras se agachaba para dejar que sus dedos se sumergieran en el agua helada, dejando que se llevaran sus pensamientos más oscuros y dejando sólo este mundo nuevo y fresco donde todo era posible— Ven aquí, quiero darte algo.

DoYoung se acercó perezosamente, con las manos todavía en los bolsillos mientras se agachaba junto a TaeYong con un suspiro— ¿Qué?

TaeYong extendió su mano seca, inclinando la barbilla de DoYoung hacia arriba antes de inclinarse, presionando sus labios juntos. Los labios de TaeYong eran suaves y los de DoYoung estaban ligeramente agrietados, pero era perfecto y real. Lo suficiente para calentarlos y enfriarlos nuevamente antes de que TaeYong se alejara.

—Feliz cumpleaños Doyoung.

Relámpago TaeYong. Un destello de un blanco cegador que partió el cielo por la mitad antes de desaparecer de nuevo como si nunca hubieran estado allí. Pero aún quedaba la huella al cerrar los ojos. La marca que se quedaría contigo para siempre, incluso después de que el rayo se hubiera ido, muy lejos.