Fate's Red Thread

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A Lan Xichen le costó seguirle el paso a Cheng, pero logró alcanzarlo cuando éste se detuvo en una playa que no estaba muy lejana. Vio al joven omega quitarse la chaqueta y tirarla sobre la arena, para luego quitarse también los zapatos, los calcetines, y remangar sus pantalones. El traje costoso sin duda no estaba hecho para esa clase de lugares, pero a Cheng no le importaba. Desde que se había mudado con el alfa no había hecho muchas cosas que le gustaran y estaba extrañando ser simplemente él.

Esa parte de la playa estaba desierta a esa hora, pues ya era de noche y empezaban a brillar las estrellas en el firmamento.

— Cheng — llamó Lan Xichen intentando recuperar el aliento después de correr detrás de su omega — No te quites la ropa, podrías resfriarte y...

— Estamos en verano — respondió cortante el omega y movió los dedos de sus pies en la arena para sentir la textura. Sonrió como un niño pequeño, mostrando su hermosa sonrisa, algo que dejó sin palabras al alfa. Esa era la primera vez que veía sonreír de esa manera a Cheng y no quería dejar de verlo nunca.

— Se siente bien — prosiguió Cheng y se sentó en la arena, con la mirada firme hacia el horizonte, escuchando el sonido del mar.

Lan Xichen fue a sentarse a su lado, aunque no se despojó de sus prendas y se mantuvo algo rígido a comparación de Cheng, quien parecía estar bastante cómodo.

— Si tuviéramos un par de cervezas, esta sería la cita ideal — dijo Cheng sin darse cuenta que sus pensamientos se habían convertido en palabras. Cuando se dio cuenta de ello miró de reojo al alfa y encontró su mirada fija en él. Esa era la mirada que de vez en cuando lo hacía flaquear, pero quería más...

— Si deseas puedo pedirle a Liu Xiao que nos traiga cervezas — dijo el alfa, intentando aliviar la necesidad de su omega.

Cheng negó con la cabeza y soltó un sonido burlón — No sabes lo frustrante que es intentar enamorarse de alguien que ni siquiera me ama — dijo volviendo la mirada a la oscuridad de las olas.

Lan Xichen sintió que lo pinchaban con una aguja e intentó debatir esa afirmación — ¿No he hecho lo suficiente para....?

— No — interrumpió Cheng — En tu mundo basta con llenar a las personas de cosas materiales, pero eso no es suficiente para mí — explicó.

— Tú puedes pedirme lo que quieras y yo lo haré — dijo el Lan sin terminar de entender la lógica del omega.

Cheng bajo la cabeza y suspiro profundamente — ¿Qué sientes por mí? — preguntó directamente sin más rodeos y volvió la mirada al alfa.

Lan Xichen, tal como Cheng pensó, no pudo responder. El alfa tragó saliva y desvió la mirada, algo que muy rara vez hacía. — Yo deseo que seas solo mío — respondió finalmente.

Cheng apretó los labios y luego se puso de pie — Te aseguraste de eso cuando me marcaste, pero no lo planeaste bien — afirmó Cheng — Yo... — sintió un nudo en su garganta — deseaba conocerte y darnos una oportunidad, pero ya no creo que eso sea posible.

Lan Xichen se puso de pie también, alertado por esas palabras, aunque internamente estaba luchando consigo mismo para no sacar al alfa dominante. Cada vez que sentía que perdía el control, y eso le sucedía solo con Cheng, su alfa dominante afloraba — Acabamos de tener nuestra primera cita y podemos tener muchas más, ¿por qué crees que no es posible?

— Es porque...— quería pensar bien en sus palabras antes de provocar la ira de ese alfa —...estás completamente vacío y alguien vacío es incapaz de sentir afecto — dijo finalmente y se alejó caminando hasta la orilla de la playa.