Era una tarde tranquila, un pequeño Jolteon se encontraba dando una vuelta para despejarse en un bosque algo cercano a su casa. Le gustaba dar vueltas habituales por ese lugar, pues para él era tranquilizante la paz y silencio que allí se hallaba. Eso sería así hasta que una pareja llego a quitarle esa paz interior. Un Glaceon y una Flareon se acercaron al tipo eléctrico, se notaban algo mayores y claramente no eran de la misma edad, habiendo una diferencia notable. A pesar de esto, la pareja pregunto por el nombre de el Jolteon.
Algo desconfiado, les comento que se llamaba Howler. La pareja tomo un segundo para procesar lo que dijo. Tras eso se presentaron a si mismos; Aquel Glaceon se llamaba Alexander y la Flareon Samantha. El ambiente era algo frío e incomodo, a pesar de esto el tipo eléctrico no esperaba escuchar las siguientes palabras de la Flareon:
—Sentimos todo lo que ha pasado, sabemos por lo que has de haber sufrido... Nos disculpamos de antemano.
—¿De que se disculpan? ¿Pueden explicarme quienes son ustedes?
—Cariño... Nosotros somos tus padres.Howler sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras, después de eso dio un paso hacia atrás inconscientemente. La pareja se acerco al joven lentamente como si buscaran reconfortarlo, pero este al notarlo inmediatamente se alejo lo suficiente para dejar el mensaje en claro.
—No... Ustedes me abandonaron a mi suerte, ustedes me abandonaron por conveniencia.
—Créeme, no lo quisimos. Pero fue lo mejor en esa situación. —exclamaba el Glaceon—
—¡Hicieron lo que quisieron en vez de afrontar su error!
—No fue un error- —Antes de poder seguir, fue interrumpida por el Jolteon—
—Claro, yo no fui un error, solo un descuido... No los quiero ver, por su culpa pase los peores años de mi vida. Ahora que finalmente soy feliz vienen a molestarme y quitarme esa tranquilidad.
—Tras ese día no volvimos a tener en paz, pero ya era muy tarde para cuando nos quisimos dar cuenta. Entiende nuestra situación por favor, nosotros no te podíamos cuidar, éramos jóvenes y descuidados.
—Y yo tuve que pagar por sus acciones, un Eevee inocente.
—Escúchame bien, movimos cielo y tierra para encontrarte, ¿Acaso nada de eso cuenta? —hablo el tipo hielo dirigiéndose a Howler—
—Por mi, pueden perderse. No los quiero ver ni siquiera en mis sueños.
—... Esta bien, nos iremos; Pero considera esto al menos. —dándole un papel con su número telefónico—
—Pero cariño, ¿Después de todo lo que hicimos dejaras simplemente que se vaya?
—No hay nada que podamos hacer, si no esta dispuesto a hablar con nosotros simplemente no lo hará, hay que darle su tiempo.
—No me gusta la idea, pero supongo que tienes un punto. —volteando a ver al Jolteon— Espero que cambies de idea y puedas reflexionar para organizar tus ideas.La pareja abandono aquel lugar, dejando al tipo eléctrico totalmente solo. Estaba aún procesando lo que acababa de pasar. Tras dieciséis años, sus padres biológicos habían vuelto para disculparse, estaban dispuestos a remendar sus errores. Pero Howler lo tenía muy claro, no lo iba a dejar pasar con un par de palabras. Decidió que lo mejor era irse de aquel lugar, aunque temía que ya supieran dónde vivía. Después de todo, sabían dónde estaba en aquel momento.
Decidió no pensar mucho en ello, y simplemente se fue a una parte algo más profunda del bosque, dónde podría descansar y reflexionar sobre lo sucedido sin miedo a que su familia cuestionará si estaba bien. Y paso el tiempo, allí se encontraba perdido en sus pensamientos. Después de todo lo que había pasado por ellos, ¿Era justo que vinieran y quisieran hacer como si nada hubiera pasado? Tras pensarlo un buen tiempo, decidió que quería escuchar que querían decirle por lo menos.
Agarro su teléfono y decidió marcar al número con el papel que le había dado su madre. Se escucho la voz alegre de la misma, aunque en esta ocasión le dijo su ubicación para que el Jolteon fuera. Tras una caminata algo larga llego dónde lo estarían esperando. Howler, sintiéndose algo culpable pidió disculpas por su forma de comportarse antes, ciertamente sus padres no le tomaron importancia a eso y le dijeron que no había motivo para disculparse. El tipo hielo, Alexander, le dijo unas palabras a su hijo:
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Un Reencuentro Inesperado [One-Shot]
Storie brevi¿Qué pasaría si alguien que se ha ausentado toda tu vida llega sin más? Mejor aún, ¿Qué tal si alguien que no conoces de nada viene como si les debieras algo? Pues esa respuesta puede ser respondida por un padres cuyas acciones pasadas los hacen arr...