Mi fan número 1

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Mierda de domingo, sin lugar a dudas nunca pensé que comenzaría un día sin clases con este humor.

Razón numero uno: Apenas me desperté traté de apagar la alarma de mi teléfono pero al estar muy lejos terminé cayéndome de la cama con la cara contra el piso, y para colmo mi maldita alarma seguía sonando a todo volumen.

Razón numero dos: Cuando voy al baño a cepillarme los dientes, la pasta dental estaba vacía, no le doy importancia y voy a por otra, pero cuando la presiono se sale la mitad de su contenido ensuciando todo el lavado.

Razón número tres: Cuando buscaba ropa para ponerme terminé tropezándome con un cable de mi guitarra y terminé besando nuevamente el suelo con mi cara, simplemente magnifico.

Razón número cuatro y la más importante… ¡quiero partirle la maldita cara al estúpido de Kaminari!.

Ayer resulta que el muy bastardo estaba insistiéndome para que le enseñara una de las canciones que estuve escribiendo y que no me atrevía a mostrar a otros, de cualquier manera el idiota electrificado siguió insistiendo hasta que me harté y por fin acepté mostrarle solo un poco.

Le dije que viniera en la noche para que los demás no se enteraran porque si no también querrían escuchar, al final esperé y esperé hasta la una de la madrugada y nunca llegó el muy imbécil. Lo peor fue que cuando fui a su cuarto para preguntarle la razón de su tardanza, escuché desde la puerta como él estaba hablando alegremente con una chica por teléfono, ¿por qué sé que es una chica?, bueno, vamos a ver… ¡el idiota hablaba en alta voz y era perfectamente obvio que estaba hablando con su novia!.

No es que me moleste ese detalle insignificante de que tiene pareja, muy bien por él que siendo tan idiota tenga a una ilusa que este interesada, ¡lo que me cabrea es que me dejara esperando como una estúpida mientras que él habla con su noviecita!.

Con este humor de perros salgo de mi cuarto cerrando la puerta de un portazo para luego caminar a paso pesado hacia las escaleras para bajar hasta la primera planta.

Por suerte varios de mis compañeros se fueron a ver a sus familias ahora que tienen oportunidad, yo iba a hacer lo mismo ayer, pero… ¡el maldito Kaminari estuvo insistiendo y al final como una idiota acepté mostrársela en la noche!.

-Maldito-, musito para mí misma mientras tengo el ceño fruncido y me dirijo a la cocina para servirme bruscamente cereal con colores con leche.

Me siento pesadamente en una de las sillas del comedor para comenzar a comer sin parar de insultar al causante de mi enojo que tuvo la suerte de haberse ido antes de que yo le viera, de otra forma lo estaría ahorcando en estos momentos u ocultando su cadáver.

Luego llega Bakugou al lugar y pasa de mí para dirigirse a la nevera de la cocina. Luego se acerca al comedor mirándome mientras bebe directamente del cartón de la leche.

-Te ves de la mierda-, me dijo y yo fruncí el ceño en respuesta, no necesito a alguien que me lo recuerde.

-Vete al carajo, tengo suficiente para ahora tratar contigo-, le digo sin pelos en la lengua y mirándole fulminantemente sin ninguna pizca de miedo, pues ahora estoy que le arranco la yugular al idiota que tenga las pelotas para enojarme más de lo que estoy ahora.

Él sonríe de lado ante mi respuesta. -Je, me estás cayendo mejor-, me dijo para luego simplemente irse a ver televisión en la sala mientras seguía bebiéndose la leche como si fuera amo y señor de todo el lugar, pero por lo menos me dejó tranquila.

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