Don't Smile |Muke Clemmings|

XIII.

Kyle se removía inquieto en mi regazo, mientras que ambos parecíamos realmente atentos a la puerta. No estaba cerrada con llave, pero, como siempre, Mike no intentó abrirla, solo me llamó desde el otro lado. Quizá el creía que estaba molesto, mientras que yo solo estaba actuando como un estúpido.

Todo era culpa de Camila.

Gruñí. Odiaba demasiado a esa chica, y me aterraba que Mike fuese a trabajar con ella. Espero no ser malinterpretado, de verdad confiaba en Michael, pero Camila era una puta.

Pude oír sus pasos acercándose escaleras arriba, pero en el momento exacto en que me disponía a levantarme para abrir la puerta, un pequeño trozo de papel verde apareció por la ranura bajo la misma. Lo observé dudoso unos segundos, Mike debía seguir del otro  lado, en el pasillo, pues no lo había oído alejarse. En las milésimas de segundo que tardé en coger la pequeña notita millones de ideas imbéciles se agruparon en mi mente.

Quizá dice que eres un estúpido y que está rompiendo contigo.

Casi pude oír a mi conciencia reírse de mí. Pero solo rodé los ojos y fijé la vista en la mala caligrafía atrapada en el papel con tinta negra algo corrida. Fue imposible evitar que mis labios se curvasen en una sonrisa de pura alegría y alivio al leer su contenido.

“¿Sabes que te amo, cierto?

Totalmente enternecido volteé el mensaje solo para conseguir que mi sonrisa se ampliara aún más, probablemente ya me parecía a ese gato que tanto me asustaba cuando era pequeño, ya saben, esa bola de pelos morada que aparecía en Alicia en el país de las maravillas y jamás dejaba de sonreír como un imbécil. Era escalofriante.

“No te enfades Hemmings, lo siento:c”

Michael  Gordon Clifford era tan condenadamente tierno que me daban ganas de patearlo en las bolas y partirle la cara con un martillo. Luego de besarlo, claro.

Si sigues sonriendo así tu boca terminará como la de Steven Tyler.

No eres graciosa conciencia, vete a la mierda.

Reacciona Lucas, tu novio está esperando del otro lado de la puerta.

Oh, cierto. Michael.

Un momento....¿Acababa de tener esa discusión conmigo mismo? Cielos, me avergonzaba ser yo.

-Luke…-Pude oír el sonido amortiguando de su voz a través de la oscura pieza de madera que nos separaba, sonaba triste. Me mordí el labio, sintiéndome culpable por tardar tanto en abrir la estúpida puerta. Aunque, en cuanto lo hice prácticamente me abalancé sobre él para besarlo.

Fue un simple beso casto y superficial en el que solo nuestros labios se unieron, pero lo hicieron con la fuerza suficiente para que nuestros sentimientos se transmitieran sin espacio a errores de interpretación. Era un mensaje concreto y reciproco, nos amábamos. Y lo hacíamos de una manera que las palabras no podrían siquiera describir, y no necesitábamos hablar para entendernos, porque con solo una pequeña acción, compartíamos por completo nuestro sentir.

-Mike...-Suspiré al apartarme levemente de él, mis brazos aún alojados en su cuello y mis dedos todavía enredados en sus cabellos teñidos. Sus ojos se mantenían vidriosos a  pesar de que me sonreía con cierto alivio, me sentí como un idiota por mi comportamiento anterior, y antes de poder hablar hundí mi rostro en el hueco que se albergaba entre su cuello y su hombro-Lo siento mucho…

-Yo debería disculparme-Cuando alcé la mirada él hizo un puchero y le sonreí, acariciando su mejilla con delicadeza.

-No es tu culpa Mike, tú la apartaste, lo que pasa es que ella es una puta-Apenas esas palabras resbalaron de mis labios él soltó una risita y revolvió mi cabello, aparentemente divertido con la situación, fruncí el ceño-¿Qué?