あんた

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Quisiera aclarar que este es un songfic,

inspirado y basado tanto en la canción como en el mv

del mismo titulo, pertenecientes a Ariana Grande.




[Into you...]


Los ojos ámbar de Kenma se esfuerzan por enfocar en medio de las luces y de los repentinos flashasos de las cámaras. Esta caminando solo, en medio de un montón de gente con copas de un caro champagne que siempre le ha repugnado apenas llega a él ese aroma, aún si sus padres han insistido en que, alguien de su clase no debería beber nada más bajo que un champagne.

Lleva el cabello a penas recogido en una improvisaba coleta, de la que escapan bastantes mechones de su rubio cabello. Su cabeza da vueltas entre los deseos de salir corriendo del lugar y en lo incomodo que se siente metido en ese traje Gucci negro, en lo mucho que quiere arrancarse esa ridícula pañoleta que le han colocado alrededor de su pálido cuello; las palmas de las manos le están comenzando a sudar, piensa que después de tantos años ya debería haber aprendido a controlar esa ansiedad pero, va más allá de él, por momentos siente que le falta el aire y hay un constante pinchazo en su pecho, indicándole que un ataque de pánico podría hacerse presente en cualquier momento.

Su vista periférica obstruida parcialmente por su propio cabello, con dificultad le deja enfocar a los dos hombres de elegantes trajes negros, de pie, sin expresión alguna, quienes lo han traído hasta ese tormentoso evento. El que le interesa y a quien mira con miedo es al pelinegro a la izquierda.

La amistad entre Kuroo Tetsuro y Kenma nunca fue impedida por sus padres, la primera ocasión en que Kenma hizo una rabieta y salió por la ventana su habitación tenía apenas 7 años, corriendo sin rumbo fijo, fue el pelinegro un año mayor que él, quien le ayudo a regresar a casa, cerca de las 10 de la noche. Su enorme casa rodeada de autos de policía y su madre sumida en llanto no podían dejar de agradecerle a Kuroo. En futuras ocasiones, cuando anochecía y el hijo de los Kozume no aparecía, podían estar seguros que estaba metido en casa de Tetsuro, era el único lugar al que Kenma sabía llegar.

Los delgados dedos de Kenma se mueven sobre su cuello, buscando desesperadamente aflojar el pañuelo de seda que solo acrecienta la sensación de estarse ahogando, el pelinegro le regresa una sonrisa tranquila, mientras le hace una seña lenta con su mano derecha, la que siempre hace cuando le ayuda en medio de los ataques de pánico. El cuerpo del rubio se esfuerza por dar dos pasos, con la vista desenfocada por el obvio inicio de un ataque, se mueve hacía el pelinegro, o hacía la salida, no lo tiene muy claro.

—Ah, aquí estabas— la voz irritante del hombre que lo toma fuertemente del brazo le arrebata la esperanza de salir— Camina, Kozume— aun cuando el rubio vuelve a dar un pasó hacía atrás todo lo que recibe es un jaloneo que le obliga a caminar.

Kuroo tuerce la sonrisa y evita mirar, desde su lugar custodiando la enorme puerta, que puede apostar vale más que dos años de su paga.

El teñido camina a rastras, sosteniéndose con dificultad y avanzando más porque lo obligan que por su propio pie. Su brazo comienza a doler por donde su prometido mantiene la presión constante, pero Kenma está demasiado ocupado recordando como respirar para prestar atención al dolor.

Lo próximo que sabe es que el brazo del hombre a su lado le está rodeando la cintura, acercándolo demasiado a él y que se ve obligado a sonreír como si no estuviera a punto de vomitar sobre los caros trajes de ese montón de horribles personas con las que su prometido habla y frente a las que Kenma parece no ser más que un bonito trofeo, porque el hijo de los Kozume se ha negado emparejarse con alguien durante toda su vida. Hasta ahora.

Into you.. [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora