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—Fue mi culpa que ella se suicidara—habló Halcón desesperado.

—De momento ella esta estable. Las primeras veinticuatro horas lo decidirán todo—informó un doctor—; ha perdido mucha sangre.

El doctor salió de la habitación.

—Soy el peor hermano del mundo—dijo Miguel estirándose del pelo, desesperado.

—Yo la traté mal—se lamentó, Halcón—. Ella siempre me apoyó, y yo la traté como la mierda—tomó la mano de Tn—. Escúchame, tienes que seguir aquí. Te quiero, princesa.

—Yo también te quiero, mucho—le dijo Miguel a Tn.

Uɴ ᴀɴ̃ᴏ ᴀɴᴛᴇs...

Narra T/N

Me desperté para ir al instituto. Era nueva junto con mi hermano, Miguel.

Yo no conocía mucho el valle, pero Miguel estuvo yendo a unas clases de kárate.
La verdad me parecía bien que lo hiciera, pero no me gustaría practicarlo.

—¿Nerviosa?—me preguntó Miguel con una sonrisa.

—Un poco—respondí devolviéndole la sonrisa.

—No os preocupéis—habló nuestra madre—. Seguramente conoceréis a mucha gente nueva.

Nos dio un beso en la frente a mí y a mi mellizo en forma de despedida.

Tn, luego cuéntame si te ha gustado algún chico—dijo mi abuela en español a lo que yo reí.

Mi mellizo y yo nos pusimos en camino hacia el instituto, mientras, íbamos hablando sobre diversas cosas.

Cuando llegamos a la puerta del edificio, me paré frente a él mirándolo con una mueca.

En parte sí me asustaba tener que empezar de cero.

Miguel se dio cuenta y se paró a mi lado.

—Todo irá bien—aseguró—. Estamos juntos.

—Tienes razón, nada tiene porqué ir mal—dije.

Finalmente entramos al instituto, algunas miradas se posaron sobre nosotros; algo normal cuando eres nuevo.

Me removí en mi lugar algo incómoda por las miradas antes de girarme hacia Miguel.

—¿Qué clase tienes?—le pregunté.

Él miró su horario.

—Historia—informó, Miguel.

—Yo ciencias—continué con una mueca.

—Entonces aquí nuestros caminos se separan—dijo con un tono dramático—. Nos vemos luego.

Me abrazó.

—Adiós—me despedí mientras me alejaba.

Iba mirando el plano del instituto que me habían dado para saber donde estaba el aula.

Al ir distraída choqué con alguien.

—Y-yo lo siento—se disculpó el chico con el que me había chocado en un ligero tartamudeo.

Cuando dirigí mi mirada a su rostro se tapó una cicatriz que pude ver que tenía en el labio.

—No, yo lo siento—me disculpé rápidamente—. Iba distraída. Soy nueva y no sé dónde está el aula de ciencias.

—Yo también iba hacia allí—informó el chico, tímidamente.

—¿Puedo ir contigo?—pregunté—. Soy
Tn Diaz, por cierto.

¿Por qué lo hiciste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora