Capítulo 6.

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Capítulo seis

Julia Rivera.

Evité todas estas semanas a Carlos, no quería saber de él, lo ignore completamente en las clases, se me hizo difícil al principio, me buscaba, pero lo conocía demasiado. Se cansaría de ser ignorado y su orgullo saldría.

Y así fue, no tuve que evitarlo mucho, algunos días con mensajes en visto, unas llamadas sin respuesta y ignorarlo, y seria todo, se alejaría reprimido en orgullo y a querer darme celos.

Esta relación es complicada, estúpida diría Maria, siempre que salíamos de algún problema, algo más pasaba que me hacía estallar de rabia. Aún me pregunto si en verdad Carlos hace todas esas cosas de las que hablan los demás, si en verdad me está engañando. La imagen de Carla viene a mi cabeza, con esa sonrisa arrogante y burlona en su cara.

Miré con rabia el partido en el que estaba jugando Carlos ya que Maria me había traído con ella y Carmen.

—No se que hago aquí —Reproche—, ni si quiera me gusta tanto el Soccer —Maria bufó.

—No seas aguafiestas, Julia —Dijo Mientras veía a los Chicos.

Sabia que no había venido por amor al deporte, solo vino a ver a los chicos sudar y para su suerte quitarse la camiseta.

—No tiene remedio —Aseguró Carmen. Me sonrió a boca cerrada. Había olvidado como Carmen parecía saber lo que pensaba con verme, solo sonreí volviendo a ver el partido y mirando como Carlos había Goleado. Ha pesar de todos nuestros problemas sabia que no era un mal tipo. Lo vi mientras celebraba su gol con su equipo, su cabello negro y desordenado, sus ojos oscuros que tanto me gustaban. Su cuerpo Marcado que me encantaba acariciar mientras follábamos.

Suspiré.

Porque no puedes ser solo mío Carlos...

—Zack esta más guapo ¿no? —Dijo Maria con una sonrisa picarona. Las tres miramos a Zack que tenía el balón, siempre a sido bueno en el Soccer, uno de los mejores. Miré de reojo a Carmen y de la forma en que miraba a Zack lo deduje.

Aún estas enamorada de él ¿he?

Siempre lo ha estado, no me sorprende. Sonreí a boca cerrada.

—¿Porque no le hablas? —Pregunté—, Puede que también le gustes.

Carmen me miró y luego de unos segundos volvió a mirar a Zack que había goleado.

—No creo que se fije en mi

—¿Porque?

—Porque tiene a chicas atractivas atrás de él para fijarse en mi —Bufé.

—Eres hermosa

—Muy hermosa —Dijo María sonriéndole.

—Cuando se terminé el partido iremos a hablarle —Al decir eso, recordé como me gustaba hablar con Zack, él era el único con quien contaba después de...

El pitido que daba final al partido sonó sacándome de mis pensamiento sin esperarlo. Pensé que debería esperar a que Carlos se fuera, lo menos que quisiera es un arrebato de su parte.

Ella Es Mi Calma © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora