VII - Conflicto

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. . .

Finalmente los dos meses han pasado, y ahora la chica finalmente acabó con el último trabajo que tuvo que terminar para que su periodo de "trabajo prestado" acabara por fin.

Estaba alegre, radiante e incluso más """viva""", aún y cuando eso significaba volver a la rutina de siempre.
Después de todo estaba totalmente asustada de cambiar lo que siempre fue su vida; quería volver a lo clásico, al sitio donde era la reina de todos.
Ese mismo lugar donde se sentía tan cómoda y alegre.

Ese mismo donde se condenó a sufrir…

Eso fué hace ya dos semanas, y había perdido contacto con el peliblanco. Su trabajo había absorbido toda su vida de nuevo, así que no tuvo tiempo para poder hablar con él, pero tampoco quería.
Como siempre no quería entablar alguna relación con cualquier mortal, o al menos no una relación demasiado profunda, y para ella su relación con el hombre de traje blanco iba por ese rumbo.

Ahora mismo estaba arrodillada enfrente de una jaula pequeña donde había encarcelado a un par de cuervos demoníacos pequeños.
Hasta que alguien la llamó…

– Señorita (T/N). – llamó una voz femenina.
– ¿Hmm? – la azabache giró su cabeza viendo de quién se trataba. Suspiró notoriamente molesta. – ¿Qué ocurre Jessica? Sabes que estoy ocupada aquí. –
– Lamento interrumpirla en su trabajo, pero una carta llegó para usted. –
– Bien, y quédense ahí malditas escorias. – gruñó la mayor antes de levantarse. – ¿Una carta dices? Pff, qué raro. –
– Lo mismo pensé mi señora (T/N). Aquí la tiene. –

La mujer de tamaño medio le hizo entrega de una elegante carta a la mayor, quien tomó la misma carta con confusión y dudas, pero que, aún así se dispuso a leerla.
Un simple corte con sus afiladas uñas fue suficiente para abrir el sobre y liberar la carta.

Azazel se dispuso a leerla en voz alta ya que… bueno, Jessica era su sirvienta personal, así que no tendría por qué ocultarle nada siendo que fácilmente podría asesinarla si llegaba a hacerle algo.

Si, una extraña lógica.

– "Querida (T/N) Azazel Prometeus…" uh, comenzamos mal. – gruñó por lo bajo. – "Quisiera encontrarme con usted ésta tarde a las 7pm en el restaurante 'Mareu d'la more'. No tarde." … ¿Qué clase de restaurante se llama así? – preguntó con aún más dudas y confusión.
– Tal vez alguno lujoso mi señora. – respondió la menor.
– Tal vez… pero vaya que el nombre está muy mal.  – la mayor sacó una botella de su cinturón y comenzó a beber el agua de dentro.
– Bueno mi señora, es un restaurante italiano… o eso quiero pensar. Seguramente alguien le haya invitado a una cita. – dijo la menor.
– Si, italian- BRBTBRBGBFBGBF. – wow.

La azabache no pudo ni siquiera terminar de hablar pues apenas al escuchar la palabra "cita" hizo que casi se ahogara con el agua que estaba bebiendo.
Su encargada rápidamente intentó socorrerla.

– ¡Mi señora! ¿¡Está bien!? – si, muy bien no estará.
– *Coff Coff* … estoy bien, estoy bien… *Coff*. Ahem… ¿Qué fue lo que dijiste? –
– Eh… que puede ser una cita… –
– BGH. No digas esa palabra… seguro es simplemente algún negocio o así. –
– También puede ser, pero a un restaurante tan elegante… no lo sé señora (T/N), es algo rar- – la sirvienta no pudo terminar la frase.
SHHHHH. Es un asunto de negocios… NADA MÁS. –
– … ok, es un asunto de negocios mi señora. –
– Hmph… más bien dime quién te la dió… –
– Bueno… era un tipo alto, un poco más pequeño que usted. Traía un traje blanco y… ¿Una cabeza de nube?– la chica intentaba recordar, pero le extrañaba lo bizarro que sonaba de por sí. – Dios, ¿Qué está mal con ésta ciudad? –
– … ¿Cabeza de nube…? –
– Uh, sí. Creo que sí. ¿Por qué la pregunta mi señora? –
– … oh mierda… OH MIERDA. –

⭔O.M.C.A. (Updyke × Reader)⭔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora