Jason de inmediato interrumpió su camino al notar que todos los soldados de su mando se alejaban del lugar, no tardó mucho en notar el llanto incesante de su hermano mayor Dave, cargando el cadáver de su amada.
No hacía falta que se dirigiera hacia él para saber algo: La guerra ha terminado.
Arrojó lejos la leña que llevaba, aceleró paso hasta llegar a la cabaña, cogió del brazo a la princesa Sunniva y exclamó:
- ¡La guerra acabó, mi amor, la guerra acabó!
- ¿Qué? -le observó, impresionada con la noticia.
- ¡Ya podremos regresar a casa!
Se abrazaron en completo esplendor, fascinados con el acontecer actual.
No pasaron más de cinco segundos, ya se estaban preparando para huir de allí y nunca más regresar.
...
- ¿Qué es lo que quieres? -desafió Lars, sin soltar la mano de su amado, teniendo la mirada fija en la persona que amenazaba con publicar aquel romance.
- Señor Ulrich, no se alarme -James hizo una mueca-. Usted ya sabe muy bien lo que yo quiero.
- No, no lo sé, sólo quiero que usted guarde silencio.
- La mano de su hermana, eso quiero.
Lars recordó la inicial competencia, no iba a permitirse perder bajo ninguna circunstancia.
- La mano a cambio de mi silencio, ¿qué opina?
- No prometo nada, James, dicen que tu ejército secuestró a la princesa, no sabemos nada de ella.
- Llévame al castillo, apuesto que ya debe estar allí. Nosotros no tenemos a la princesa, debió haber escapado.
- Ok, te llevaré, pero te advierto: si ella te rechaza o simplemente no está, no es mi culpa.
- Me aceptará, yo lo sé.
En medio del camino, el miedo invadía por dentro a Kirk, no podía estar desperdiciando más el tiempo. Debía regresar a Filipinas cuanto antes y ayudar a su pueblo, ¿por qué una pequeña parte de él lo dominaba y lo obligaba a quedarse pegado a Lars? El amor lo estaba volviendo loco, no quería dejarlo ir nunca.
Por otra parte, el príncipe danés deseaba con lo más profundo de su alma que su hermanastra se haya perdido por siempre y así quedarse junto a Kirk, no quería por ningún motivo que él se fuera.
Y maldijo de todas las formas posibles cuando se reencontraron en el castillo.
- De una vez, respóndanme los dos -ordenó el Rey Torben-. ¿Qué hicieron y a dónde fueron durante el período de guerra?
Lars y Sunniva fueron sinceros con CASI todo, dijeron a dónde fueron pero... nada acerca de sus nuevos amores.
Como si se tratara de un lobo contra un borrego, James de inmediato se lanzó sobre la princesa para tratar de "ligar" o algo parecido. Jason ya se había ido lejos de allí, no sin antes escribirle una carta que llegaría en la noche a su amada. Estaba muy valiente esta vez, iba a volver a pedirle matrimonio esa misma noche. Seguro que ella iba a aceptar. La guerra había terminado, muchos problemas y preocupaciones de ella también. Tenía el amor de ella, no tenía nada que perder.
Sunniva, estaba asqueada de todas las formas posibles, para ella, que Inglaterra haya partido una guerra junto a Alemania en contra de su nuevo Reino y que luego venga uno de los rivales a cortejarla. Su amor todo era hacia una persona, Jason. Sólo él y nadie más, sin importarle que sea un rival, él le demostró que no le interesaba su reino si se trataba de lo amoroso, que el poder no valía nada.
El ex heredero danés convenció a su padre para que dejara que Kirk se quedara la tarde junto a él, ya que le inventó que se conocieron en la guerra y establecieron una "amistad muy cercana", no hubo extrañeza con esos argumentos. Permitieron que el "plebeyo" se mantuviera junto al ex heredero, no desconfiaron de nada.
Lars estaba recostado sobre su propia cama, contento de por fin estar sobre algo cómodo después de tanto tiempo.
- Ven -le hizo señas para que se recostara a su lado. El otro le negó, continuando lo que estaba haciendo.
Kirk no paraba de darse vueltas por la habitación en círculos, preocupado.
- Por favor -insistió-, me estás mareando y quiero tenerte aquí, a mi lado, ¿sí?
- Estoy preocupado -cambió de tema-. Muy preocupado.
- ¿De qué?
- Filipinas.
- ¿Qué hay con eso?
- Muchas cosas -se detuvo y suspiró cansado, tomó asiento en el marco del ventanal, cabizbaja.
- ¿No puedes decirme? -negó- ¿Es algo demasiado personal? -negó de nuevo-¿Por qué no puedo saberlo?
- No debe saberlo nadie.
- Ah, bueno... -hizo una mueca- ¿Puedo yo contarte un problema mío?
- Adelante...
- La competencia con mi hermana, ella... va a ganar. Y no quiero que eso pase, creo que enloqueceré, no quiero que te vayas de mi por ningún motivo. ¿Ok? Te amo demasiado, si ella se casa ya no podré ser de la nobleza posiblemente, y viva como un esclavo de ella por siempre. No, yo quiero estar a tu lado... -Kirk poco a poco con esas declaraciones iba desmoronándose, sin saber qué hacer, trataba de aguantarse las ganas de llorar- Por favor, prométeme que estarás conmigo pase lo que pase, ¿sí? Tú eres demasiado especial para mi, siento que si no eres tú quién me salve, nadie más va a hacerlo. Lo eres todo, te adoro. En serio -intentó cubrir su rostro con la larga cabellera, mordiendo su labio inferior- Kirk... ¿está bien? En serio, no quiero verte mal, mi corazón se parte en mil pedazos si te veo sufrir, lo eres todo. No debes porqué sentirte mal, yo sé que permaneceremos junto por siemp...
- Debo irme ya -interrumpió, reventando en llanto.
- ¿Qué? -Lars se levantó de golpe, en dirección a su amado, lo envolvió con sus brazos y besó con delicadeza su mejilla.
- Debo regresar a Filipinas, sí o sí, no tengo otra opción.
- No, por favor, quédate.
- Lars, yo también te amo demasiado, pero hay otras personas mucho más adoloridas que me necesitan, con suma urgencia. Necesitan de mi para vivir... es un caos total -cerró los ojos y lo abrazó, dejándose llevar por el asunto.
- Quédate, Kirk, sin ti no sé qué haré de mi vida.
- No, entiéndelo, me pasa lo mismo que a ti. Sin embargo, ya es demasiado tarde, Filipinas dependía de mi y yo los he traicionado por haberme enamorado de ti, debo arreglar mis errores, por favor, déjame ir.
- Kirk, yo... lo siento si te hice desperdiciar el tiempo.
- No, está bien, la cosa entre nosotros nunca hubiera sido así de apasionada si hubiera cumplido con mi misión aquí. Me odiarías de por vida, yo lo sé.
- ¿Debo dejarte ir para siempre?
No hubo respuesta, sólo un dolor amoroso que los hacía querer mantenerse así de unidos hasta su muerte.
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Imperio Metal (Metallica, KLARS)
ФанфикCorría el siglo XVIII, cuando el Reino de Dinamarca y el Reino de Noruega se unificaron, con única misión de que, Lars Ulrich, príncipe y heredero de Dinamarca, protegiera a su media hermana, princesa de Noruega, la cual era muy codiciada por los ho...