LAS CONCUBINAS DE LA GUERRA.

Prólogo.

Los cielos tiembla, la tierra re zumba, los ríos y mares son una riada, el espacio de el universo era un declive, las leyes de el cielo y la tierra era un completo caos, era la descripción de el comienzo de el fin.

El universo vibra, cada centímetro de el espacio era una destrucción total, el cielo azul ahora era rojo sangre, el mar también era de el mismo rojo sangre, cadáveres flotaba en este.

El setenta por ciento, de el universo ya estaba destruido, la oscuridad que rodeaba "todo" temblaban de el miedo por algo, la luz que debería llegar a los planetas se moldeaba como si quisiera huir.

En medio de todo este caos y destrucción, una construcción gigantesca y magnífica, su tamaño era comparable a una estrella gigante, su aura era tan destructiva como pasiva.

Un castillo gigante y mágico, de color negro y blanco se abría paso flotado, como si no pasara nada a su alrededor, su forma triangular era como un remolino invertido, el color negro que pintaba sus paredes, era tan profundo que podía tragarse la luz de toda las cosa como si no existieran, el blanco que moldeaba el castillo, era tan luminoso que podía iluminar todo el universo, en sólo un segundo, era magnífico.

Dentro de el castillo existía doscientas habitaciones, cada una de el tamaño de un cuerpo celeste de el mundo inferior, pero había una habitación que llamaba más la atención, era dos vece el tamaño de las habitaciones normales de el castillo.

Una figura humana, caminaba apresurada hacia esta habitación, su rostro era de un hombre de guerra, su figura era la de un hombre fuerte, estaba vestido con una armadura ligera de oro puro, y un espada pequeña al lado derecho.

Sus pasos era rápido pero a la vez lento, su cuerpo se detuvo frente a una puerta, la puerta era de color negra, con adorno dorado como encaje de vestido, era grande, no gigante, el tamaño era de doscientos kilómetros de largo y cincuenta kilómetros de ancho.

La figura humana que estaba al frente de la puerta, tembló un poco, sentía como la puerta le fuera a caer, era un sentimiento opresivo, pasaron unas respiraciones antes de que pudiera relajarse, dio un paso al frente temblando un poco, siguió hasta llegar a unos pasos de distancia de la puerta, acercó su mano derecha y tocó la puerta.

- Kriiiick

Con un fuerte crujido de la puerta abriéndose, que podía romper los tímpano de cualquier ser vivo.

Cuando la puerta se abrió totalmente, la figura humana entró en la habitación se quedó maravillado cuando vio lo que estaba tras esta.

Un suelo de loza azabache, era tan brillosa como si estuviera recién pulida, cada loza era como un espejo que reflejaba todo, cristalina como un diamante, cada una de ella en su interior tenía figura y escritura antigua.

En el medio de el suelo, comenzó una alfombra de un rojo carmesí como la sangre que extendía de forma recta, hacia la profunda luminosidad.

A los lados, a unos quince kilómetro de distancia de la alfombra, había dos estatuas tan altas y grandes que podía tocar el cielo, una de esta la que estaba a la izquierda, era una estatua con una figura de chica delicada , en una de sus manos tenía una espada larga y fina, enfunda, la otra estatua, a la derecha era la figura de un hombre fuerte, en su mano tenía una espada gigante parada de forma vertical en el suelo, con sus dos mano sostenía la empuñadura.

Dio unos pasos hacia el frente, la estatuas estaba todavía inmóviles, seguía caminando cada paso que daba hacia eco en el espacio que desaparecía después de un tiempo.

Con pasos apresurado siguió, ya había pasado un buen tiempo, cincuenta mil kilómetros, cien mil kilómetros, caminando a pasos rápidos.

Algo apareció a lado derecho de la alfombra, era como si hubiera sido trasportado a otro mundo, un bioma diferente y maravilloso, era lo que se habría paso en la vista, un bioma de naturaleza se hacía a la vista, todo lo que tenía un ecosistema, árboles, plantas, animales, etc; animales bestia que no deberían existir, criaturas creadas y puestas a la perfección.

Al lado derecho bajo un bioma de hielo, y a lado izquierdo un bioma desértico y izquierdo bajo comenzó un bioma veraniego, todos hecho de una manera perfecta, con animales y plantas que en ningún reino inferior, medio, sin excepción el reino de Dios, no existía .

[ es-esto es hermoso]

Pensó desconcertado por la hermosura de los biomas, pero no por mucho tiempo, siguió su camino apresuradamente, tratando de no prestar atención a los biomas.

Seiscientos mil kilómetros era lo que media cada bioma, siguió con su velocidad contaste.

en este mundo apartado.

La alfombra que partía este mundo a la mitad, seguía en línea recta, apareciendo a la vista un trono de obsidiana negra como un agujero negro, su forma como una gema, tenía un tono blanco, y unas piezas de oros moldeando el trono.

[ Digno de un monarca]

" te estaba esperando "

Una figura apareció de la nada, su voz era un mandato, aunque su voz no fue ni suave ni tan fuerte, pero su voz tenía una opresión y un aura de ser impartida por un rey.

" M-mi señor"

Cuando la figura humana lo vio y lo escucho, se arrodilló tan rápido como escucho las tres palabra.

Su ceremonia fue tan seria y respetuosa, su posición de lealtad fue tan sublime su cabeza baja mostraba una emoción de respeto a la persona frente a él.

La figura, camino de una manera normal y desprovista hacía el trono, se sentó de una manera despreocupada.

Su mano se puso en el posar, el codo se dobló y la mano hecha un puño y su cara se posó en esta y su piernas se posaron de manera cruzada, dejando ver de manera perfecta su apariencia.

" habla"

Su apariencia era la de un hombre joven de uno veintisiete a treinta años de edad, su cabello rizado era blanco como el cuarzo daba la idea de madures, su cabello mediano estaba sostenido por una tela azul pasaba por el cuello como una cola, su piel blanca como la suave seda blanca, su ojos eran dorados como el oro y sus brillo era como el sol, sus cejas eran finas y de un color blanco, sus labios rosados como un loto, un collar de una pulgada de diámetro morado oscuro de tela pegado a su piel blanca, una camisa blanca como la nieve, por enésima un esmoquin morado oscuro la chaqueta de este era larga que llegaba hasta las rodilla, en el cuello de la chaqueta un símbolo de un ojo egipcio se mostraba, un lazo lila se guindaba en este, un pantalón que llegaba hasta abajo dejando expuestos sus blancos tobillos y unos zapatos negros.

Era la encarnación de un hombre apuesto, su figura era perfecta.

Dudo un poco antes de hablar.

" M-mi señor... creo que este castigo ya fue demasiado... Mi señor ruego por nuestro perdón. " hablo figura, con un tono de ruego y compasión, su figura tembló un poco después de hablar.

" oh" de una manera indiferente reaccionó, era como si no le importara la destrucción que estaba sucediendo afuera.

" creo que esto es lo que se merecen, pero que dijeron "ellas", si ellas dicen que es suficiente, parare todo, si no, ¡¡acabare con todo!!. "

El fin de el comienzo, esta aquí, la vida se va a convertir en polvo, los planetas y las estrellas se convertirá en nada, su fin están predestinado por su "creador"....

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Nota de el autor: grasias por leer 😙😙😙

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