No podía creer como el fanatismo había calado tan hondo en la vida de mi hijo y en mi propia vida.
La muerte de mi esposa había sido el gran detonante de esta situación. Aún recuerdo el día en que, cansado de ver triste a mi hijo, tuve la idea de llevarlo al cine, había una película de la que todos estaban hablando, trataba de un ogro verde con un burro. Una película familiar perfecta para ver junto a mi hijo, algo entretenido que nos distraeria de nuestra aplastante rutina y el dolor compartido que teníamos.
Fuimos al cine más cercano, compramos dos boletos junto con"el combo shrek-tacular" para comer y finalmente nos sentamos, esperando que empezará la película.
Creí que iba a ser solo un entretenimiento pasajero, una película boba, algo que nos sacaría unas risas y nada más.
Que ingenuo fui.
Al terminar la función quede totalmente sorprendido, fue una película maravillosa. Divertida, novedosa, brillante en todos y cada uno de los aspectos.
Voltee a ver a mi hijo quien estaba sentado en la butaca más próxima. El estaba tan maravillado como yo, a sus 9 años volvió a sonreír, estaba tan contento, lo tomé de la mano para retirarnos del cine, durante todo el trayecto hablamos de la película.
Ese fue el comienzo de su insana obsesión.
Un día después de ver la película, salimos al supermercado para comprar los recados, estaba en la sección de ropa cuando mi hijo pidió encarecidamente que le comprara un gorrito de Shrek. Su mirada era tan alegre que no pude decirle que no.
El no se quería quitar la gorra ni para dormir, me resultó tan absurdo y adorable que le reste importancia y le dejé usar la gorra, incluso para ir al colegio.
Luego me pidió más cosas con la temática de aquel ogro verde.
Posters, zapatillas, llaveros, casacas, muñecos... Y si me negaba el hacia un gran berrinche o no me volvía a hablar.
Pensándolo ahora la película que nos había hecho felices en aquella sala nos había alejado en el presente. Fui tan tonto, negandome a creer eso por que el siempre se ponía alegre y animoso cuando le compraba cualquier mercancía de Shrek.
No dejaba de justificar sus actitudes con la misma frase "Perdió a su madre". Siempre accedí a todos sus caprichos, no me negué ni una sola vez. Me deje manipular por mi hijo.
Esa obsecion solo afloró más con el paso del tiempo, siguió así hasta sus dieciocho años. Y yo no había hecho nada para detenerla.
Y ya no podía hacer nada.
En estos momentos ya era imparable.
Sólo se juntaba con gente de igual de obsesionada con Shrek, había inventado una religión basada en ese ogro, hacía sus propios dibujos, animaciones e incluso tenía fantasías sexuales con el.
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Shrek Is Love Shrek Is Live
FanficEl conocido video "Shrek is love Shrek is Life" desde la perspectiva del padre.