𝚛𝚒𝚌𝚑 𝚋𝚘𝚢 ©

Tres

Dos días pasaron desde que había comenzado a realizar el trabajo. A pesar de siempre esconderse, Chenle siempre la encontraba.

Estaba volviéndola loca. Había conseguido su número de teléfono y no dejaba de escribirle mensajes, incluso la buscaba en los descansos.

¿Por que mierda ahora se preocupaba?

Chenle tenía todo a sus pies. Siendo hijo de uno de los empresarios mas importantes de China y Corea del Sur, tenía dinero y poder, aprobaba las materias con sólo apoyar un montón de billetes en la mesa. ¿Por que ahora se empeñaba en insistir para hacer el trabajo juntos? Ni siquiera necesitaba buenas notas para la universidad, ya estaba dentro sólo por llevar su apellido. 

Seguro era parte de su sucio juego. Para volver a humillarla, para volver a reírse de ella. Pero no iba a caer, no otra vez.

Ya había decido sobre el tema del trabajo y había elegido la inteligencia artificial. Le gustaba mucho y estaba segura que de podría armar un gran informe con toda la información recaudada en los libros y paginas web. 

Tecleó en su computadora escribiendo la presentación del informe, concentrándose en las palabras necesarias.

"Aquí estas" escuchó a alguien a sus espaldas.

Instantáneamente suspiró cansada.

¿Cómo mierda la había encontrado? Estaba, literalmente, en uno de los lugares más escondidos y solitarios de la biblioteca. ¿Cómo sabía dónde iba a estar?

"El trabajo será sobre Inteligencia Artificial" le comentó sin ganas. "Ya puedes irte" ordenó leyendo su pantalla.

El sonido de una silla arrastrándose la hizo girar, viendo al chico acomodar la silla a su lado. Dalmi volvió a bufar.

"Me gusta la Inteligencia Artificial" murmuró mientras se apoyaba en la silla cómo si tuviera planeado quedarse por horas.

Otro bufido salió de los labios de la chica al ignorarlo. La presencia de Chenle la ponía bastante nerviosa, pero no podía hacer más. También era su trabajo y no le quedaba otra opción.

"Dame" le pidió estirando sus manos.

Dalmi levantó sus cejas confundida. Chenle tomó la computadora de sus manos, acomodándola frente a él. Comenzando a leer y escribir sobre la información que disponía.

La chica se quedó a su lado observándolo escribir la introducción del trabajo. Tomó los libros y comenzó a leerlos para seleccionar información, mientras escuchaba al chico teclear en su computadora.

De reojo lo espiaba a veces, Chenle lucía bastante concentrado leyendo los libros, escribiendo y escuchando a Dalmi cuándo le comentaba sobre sus opiniones.

Las miraditas que se daban de vez en cuando de reojo o cuando uno de los dos estaba concentrado eran constantes. Chenle era poco disimulado cuando Dalmi leía en los libros y Dalmi se lo encontraba varias veces mirándola, pero rápidamente se esquivaban.

Aunque ninguno lo notara, esas miradas eran peligrosas para ambos.

Miradas que serían el comienzo de todo.