Sempiterno [Isaac Lahey]

3.5. Viaje en autobús

⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷

—¡Una sola cosa tenías que hacer, Derek Hale! —gritó entrando a aquella casa—. ¡Es increíble que tú...! —se quedó estática en su lugar

—¿Qué yo qué, Sophie? —se giró a ella cansado

—Estuvieron aquí, ¿verdad? —su tono de voz cambió por completo—. Por eso huele a sangre y por eso echaste a Isaac —se acercó al alfa

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Cora

—Gran parte del día estuve con la sensación de que algo me atravesaba, dolía, incluso sentía como sangre caía, como estaba en clase pude confirmar que no era nadie de los que estaban allí, pensé que eras tú —se puso de pie frente al alfa—. ¿Qué ocurrió?

—Nada que te importe, vete a casa.

—Y un cojón, Derek —como pudo, puso sus manos en las cienes del chico

Tenía razón, Kali lo había atravesado con algo, torturándolo mientras Deucalion le daba un gran discurso, Cora no podía hacer nada dado que al mínimo movimiento la atacarían igual, luego, la escena con Isaac, la misma que vio antes, pero con otra perspectiva.

—¿Qué hiciste?

—Cosas de híbrida, linda, con el tiempo te acostumbrarás —respondió quitándole las manos al alfa—. Había formas más amables de echarlo de tu casa —se sentó en el sofá—. Hay que hacer algo con esa manada y pronto, ya murió Erica, nadie más puede morir, ni Isaac, ni Boyd, Cora, Scott o quién sea.

—¿Crees que no lo sé? —la chica le dio una mala mirada—. Vuelve a casa, Sophie, no hay nada que puedas hacer.

—¡Puedo hacer mucho!, ¡su estúpida sobreprotección me está comenzando a hartar! —se quejó—. ¡No pueden dejarme fuera de todos los planes solo porque una estúpida mordida de hombre lobo es mi final!, ¿sabes cuál es la probabilidad de que me lleguen a morder estando en grupo?

—Sigue sin ser un cero. Y si mataron a Erica, te pueden matar a ti sin ningún problema.

Se cruzó de brazos sabiendo que no pasaría, podía ser terca, y caprichosa, buscar las cosas hasta lograrlas, pero el Alfa se había negado por completo impidiéndolo, por lo que pelear sobre él si lo haría o no, no tenía discusión.

—¿Para qué tener una híbrida contigo si la vas a dejar de lado siempre?

Sin más discusión, Sophie prefirió volver a casa junto a su hermano e Isaac, al menos ahora sabía porque el chico le había pedido ese favor, aunque eso no le quitaba la molestia y las ganas de golpear al alfa por cómo había tratado al chico.

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—Gracias por dejarme pasar, ¿cómo sigues? —me senté en su cama