Había pasado una semana desde su última reunión. Christopher estaba recargado contra su elegante auto negro y vio al chofer llevar rápidamente su maleta hacia la cajuela. Christopher estaba vestido de manera informal, lo cual era bastante raro para él. Pantalones negros, una camisa beige ajustada a su pecho, una chaqueta de cuero y gafas de sol negras en la cara. Tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro mientras soplaba humo de sus labios.
"Estás un poco distraído hoy ¿No crees, Aaron?" Christopher le preguntó a su chofer, quien puso la maleta en el maletero del auto. El sol era bastante intenso el día de hoy, absorbiendo el frío en la tierra. Su chofer, Aaron, tragó saliva.
"Lo siento, señor." Él asintió rápidamente y Christopher se rió entre dientes. Le encantaba ver cómo la gente se intimidaba por él. Lo hacia sentirse extasiado.
"Christopher" surgió la voz de Camila y los ojos de Christopher se dirigieron hacia la puerta principal de su casa al ver a la mujer parada allí con un camisón negro. Vio sus senos presionados contra la tela suelta y mordió el interior de su mejilla, poniéndose de pie correctamente y caminando por el camino de grava hacia los escalones que conducían al frente de la casa.
"¿Qué pasa, cariño? Christopher preguntó y Camila bajó las escaleras, descalza.
"No me dijiste que te ibas" dijo Camila sonando un poco molesta. Christopher se mofó.
"No pensé que tuviera que decirte, tu nunca lo haces" Christopher dijo, y Camila le apartó la mirada.
"¿Vas a ir a Francia? ¿A la casa del lago en Provenza?" le preguntó y Christopher tarareó, fumando mientras miraba al otro lado de la carretera, esperando la llegada de Erick.
Christopher lo había llamado la noche anterior y le dijo rápidamente que empacara sus cosas para mañana, ya que se irían al mediodía. Erick tan solo tartamudeó una respuesta silenciosa por teléfono, pero su emoción era más que perceptible.
"Sí. Ya había dicho esto, Ronnie.¿Por qué me ves así?" le preguntó y Camila se inclinó hacia adelante, poniendo sus manos sobre la camisa de Christopher.
"No sabía que te irías... ahora. Pensé que lo harías después" Camila murmuró, mirando a sus ojos oscuros. "No me gusta estar sola".
"Actúas como si lo hicieras" dijo Christopher dándole otra calada al cigarrillo, pero antes de que pudiera dejar salir el humo, Camila se inclinó a presionar sus labios juntos. Christopher se tensó, soplando el humo sobre su boca y poniendo una mano sobre su cintura.
"No actúes de esta manera. La semana pasada me dijiste que estebarías feliz si me fuera" Christopher murmuró y Camila lo miró.
"No me refería a eso" dijo Camila en voz baja. "Sabes que nunca lo digo en serio".
"Entonces, ¿por qué siempre lo dices?" Christopher dijo bruscamente. Camila soltó su camisa, pareciendo tensa. Christopher suspiró y se inclinó a besar su mejilla. "Lo siento. Volveré pronto".
"N-no necesito que vuelvas pronto" dijo Camila y Christopher se dio la vuelta. "Esa es la mujer con la que me casé" le respondió Christopher, suspirando para sí mismo y bajando los escalones de la casa hacia el auto.
Sintió una sonrisa aparecer en su rostro al ver a Erick observándolo inocente, admirando también el lujoso auto. Erick vió al chofer salir y dió un saltito hacia atrás, murmurando una rápida disculpa.
"P-pensé que era el auto de otra persona. ¡Lo siento!" Dijo Erick dándose la vuelta y viendo a Christopher caminar hacia él. El aliento de Erick se atascó por la deslumbrante belleza del hombre, siempre lo hacía.
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Somebody To Love | ChrisErick |
FanfictionEnamorarse de un hombre durante los años 50 nunca fue algo que Christopher o Erick hubieran imaginado. Especialmente cuando ambos estaban casados con sus hermosas esposas. O, la historia de dos amantes que nunca fueron el uno para el otro, pero el d...