Cuéntame más, porfavor

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Oh mierda, ¿quién dejó caer un camión sobre mi débil y pequeño cuerpo?, estiro mi mano en busca del bastardo de mi teléfono celular, necesito comprobar la hora, mi cerebro dice que algo importante sucede cuando llegan las diez de la mañana. Despego con lentitud mis parpados, encontrando alivio inmediato en la oscuridad de mi habitación. Tengo vagos recuerdos de lo que pasó anoche. Si me esforzara un poco más de seguro podría recordarlo todo, pero no quiero.
Si. Ahora recuerdo todo, gracias cerebro. Cierro mis ojos, lo que sea que tenía que hacer a las diez de la mañana puede esperar. En esté momento estoy en necesidad de una pequeña fiesta de lástima. Austin el bastardo dejó muy claras sus intenciones, y para mejorar las cosas, ahora Eddie también lo sabe, no tardará mucho en llegar la buena nueva a Kendall, o a mis padres.
Oh mierda. Elegiría ser aplastada por un camión mil veces a esto. Esto terminará con nosotros...
- ¡Levántate y brilla, cariño!- Jenna abre de una patada la puerta de mi habitación. Algo está mal conmigo porque mis ganas de asesinarla sólo aumentan cada día.
- Jódete y que la puerta no te golpee el culo huesudo, cariño-Odio. Odio, con todo lo que soy esa palabra, ella lo sabe.

-Ouch. Alguien no está de buen humor hoy, ¿eh?-las mantas son retiradas de mi cuerpo-. ¡A brillar!-chilla una vez más, siento el colchón hundirse a mi lado izquierdo-, ¡levántate, culo perezoso!-Ah, no. Sip, ella lo está haciendo. Su rutina de el-día-después-de-emborracharnos, Jenna fue bendecida con la capacidad de no obtener un dolor de cabeza como el mío después de beber como un marinero, así que no hay nada mejor que saltar en mi cama, cuando lo único que quiero es silencio y oscuridad. Oigo los pasos de Jenna alejarse-. Anoche, antes de desmayarte balbuceaste algo sobre ir a buscar a Danny a las diez en el terminal de buses, son las nueve treinta-mi puerta se cierra de golpe.
- ¡MIERDA!-salto de mi cama buscando jeans limpios en el suelo, nota para mi misma: tengo que ordenar mi estúpida habitación, algún día pronto. Estúpido Dan, espero que todo haya ido bien con su chica. Termino en tiempo récord de hacerme presentable para Dan y su novia, corro escaleras abajo con las llaves de mi chatarra apretadas en mi mano izquierda, cuando recuerdo...¡Jodida mierda!, no tengo auto. Estúpido Kendall, estúpido, estúpido. Piensa en una solución rápida, ¿correr de vuelta y pedirle ayuda a Jenna? tampoco tiene auto, sólo perdería más tiempo. Piensa, piensa...Bendito sea el autobús.

Kendall

-Escucha hermano, no es necesario que vayas, el tipo puede seguir llamando pero no es tú obligación ir- escupió Eddie manteniendo sus puños apretados, listos para ir a la guerra por mi, otra vez. Sonrío, dándole una última calada a mi cigarrillo.
-No se trata sobre si es o no mi obligación-aplasto la colilla con mi bota-, y es malditamente necesario. Si puedo salvar a mi chica del bastardo de mi padre con sólo presentarme ante él y rendirme, entonces lo haré.
-Joder-gruñe, me lleva en uno de sus abrazos de oso. Eso es lo que nos diferencia, Eddie fue criado con pobreza y amor. Yo con riqueza y odio. Hago mis brazos reaccionar y lo abrazo de vuelta-. La amas-murmura, sonrío desordenando su cabello.
-Dime algo que no sepa, amigo.
Caminar lejos del taller de Eddie nunca fue más difícil, pero él estaría bien. Su amigo Dan volvía y eso lo distraería lo suficiente de mis problemas. Dejé la chatarra que Allie llama auto listo y funcionando para llevar. Me gusta pensar que si la vida fuera por una vez buena, yo trabajaría a medio tiempo en el taller con Eddie mientras hago todo lo posible para entrar a la escuela policial, y por supuesto casado con mi hermosa Allison. ¿Porqué quiero entrar en la escuela policial?, para derrotar a mi padre, para eliminar su malvado reino, no quiero ni pensar en el daño que ha hecho a familias enteras, un gran ejemplo de ello es la familia de Allison. Voy a matarlo por eso.
Tomo prestada la motocicleta de Eddie, se que de alguna forma volverá a él. Enciendo el motor decidiendo si es buena idea ver a mi Allie por última vez, tal vez pueda tomar un atajo. Sé perfectamente bien que el lugar al que me dirijo es en la dirección contraria pero necesito verla y saber que está bien, entonces me entregaré. Reduzco la velocidad al pasar fuera de su edificio, quizá con un poco de suerte la encuentre afuera. Pero no tengo esa suerte, incluso la luz de su apartamento está apagada. Luego recuerdo que el amigo de Eddie, Dan, también es amigo de ella. Ese chico es lo mejor para ellos, sólo tengo que desaparecer.
-¡Eh, rarito!-una chica sale del edificio creo reconocerla de algún lugar, mantengo el motor andando-, ¡A ti te hablo gilipollas!-ah, recuerdo. La amiga bocona. Acelero un poco sólo para molestar-, ¿intentas huir?, no esperaría menos de ti-cruza la calle con ambos pies descalzos-. Apaga esa mierda y escucha atentamente mis palabras quieres-su ceño fruncido no desaparece así que coopero apagando el motor-. ¿Estás aquí por ella, verdad?-respondo con un gruñido-, bastardo cavernícola no entiendo lo que ve en ti-murmura para si misma-. Escucha, sea lo que sea que tuvieron en el pasado, ella lo mantiene. Te necesita y puede parecer que te aleja con sus estupideces de niña grande pero no es verdad, debes saberlo si se conocieron anteriormente. No estoy segura si te necesita para bien o para mal. Allison está echa un desastre desde que regresaste, y no sé si golpearte o besarte por ello, porque desde que regresaste Allison dejó de funcionar en piloto automático-dijo esto mirando mis ojos, buscando la verdad en ellos, satisfecha con lo que sea que haya visto, se marchó. Mostrándome sus dos dedos del medio.
Me alegra que esté del lado de mi chica. Enciendo la moto dando una vuelta en u. Aquí vamos. Hogar dulce hogar. Cruzo con rapidez los deteriorados barrios en los que crecí, la escuela secundaria, la casa de Eddie, todo está igual, menos mi casa. Parece una casa del otro lado de la ciudad metida a la fuerza aquí. Es una mansión. Es mi más grande temor. Es lo que aparece dentro de mis pesadillas. Me detengo en la motocicleta frente el enorme portón de entrada, diez gorilas de mi padre me dan la bienvenida, quitándome a la fuerza de la motocicleta de Eddie y revisando posibles amenazas en todo mi cuerpo.
-Bueno hola chicos, también los extrañé.

-El señor Black lo espera dentro-dice el que supongo que es el jefe de su manada de matones en traje.
-Gracias por la cálida bienvenida-les guiño un ojo mientras les enseño mi dedo medio. Nadie se mete entre yo y mis cigarrillos. Mis pasos se vuelven pesados al dirigirme a la puerta principal, odio esa jodida puerta, me apresuro hacia dentro, todo huele demasiado floral haciendo mi estómago revolverse, el pasillo que lleva a la oficina de mi padre se hace interminable. Siento mis manos sudar, esto parece una de mis pesadillas, pero mamá no está aquí y no puede hacerme daño. Entro sin tocar, lo primero que veo es la espalda de uno de sus caros trajes. Es increíble, mi odio por el no ha disminuido. El bastardo ni si quiera ha envejecido, está igual a como lo recuerdo.
-Hijo-su sonrisa de tiburón se agranda al verme, ya tiene un cigarrillo colgando de sus labios-, toma asiento porfavor-obedezco, porque es lo que tengo que hacer alrededor de él, saco mi propio cigarrillo con dedos temblorosos. Ya sé lo que viene, pero él está siendo demasiado amable y eso me confunde-, ¿fuego?-asiento rígidamente, tomo el costoso encendedor intentando no rozar sus sucios dedos. Enciendo mi precioso cigarrillo-. Tu madre y yo estamos felices de tenerte de vuelta, hijo-un escalofrío pasa por mi espalda. Algo malo está pasando-. Debes saber que al volver aquí estás volviendo al negocio familiar, lo tienes claro, ¿verdad?-asiento rígidamente-. Perfecto, supondré que tu tiempo en la cárcel deterioró tu buen estado físico-dice con aire burlón, aspiro profundamente mi cigarrillo-, por lo que Vólkov te entrenará para tu próxima misión.

Siento mis hombros tensarse ante la mención de Vólkov, es un loco hijo de puta que hace lo que puede para ganarse la aprobación del señor Black. Él nos entregó a Allie y a mi en una bandeja de plata-. ¿Próxima misión?-espero que mi voz exprese todo mi desprecio por él.
Sonríe, sus dientes amarillos apareciendo otra vez-. Así es, hijo. Como sabrás, no me estoy haciendo más joven y tú como mi único hijo, serás el heredero de todo lo que deje atrás-aprieto mi mandíbula, dejando caer la ceniza de mi cigarrillo sobre el ordenado escritorio-. Tu primera misión no es nada más complicado que demostrarnos tu lealtad.
-Cuéntame más, porfavor-gruño con disgusto en mi voz. Nunca habrá lealtad de mi parte, odio esté lugar, odio está familia, odio el negocio familiar, odio estar lejos de Allison. Pero es ella o yo.
-Está preciosa misión se llevará a cabo al otro lado de la ciudad, Vólkov te dará la información necesaria. Puedes irte-su sonrisa parece agrandarse aún más.



Nota:
No, cálmense. No me lancen piedras.
He vuelto, quizá para quedarme. Mi excusa es que la inspiración y el tiempo nunca llegaron a mi. Como les conté antes estoy sobreviviendo a esto de ser una adulta, entonces se me hace bastante difícil. ¡¡Espero que les haya gustado!!

Nota 2: Necesito un pequeño favor que creo será una situación ganar-ganar. Tengo una amiga que escribe, y escribe increíblemente bien (o no la recomendaría), está historia es toda una onda angelical/suspenso/amor que me encanta, así que si tienen tiempo y ganas de leer, pásense por esté link y ¡de nada!¡lean ángel infernal!
https://www.wattpad.com/story/49015880-%C3%A1ngel-infernal
sempiternaldreams


Bruises, Una secuela de Scars.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora