¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PeytonClark.
No estoy muy segura de cómo sentirme en estos momentos. Mi mente es un manojo de ideas encontradas mientras que mi corazón se moría de la vergüenza.
En estos momentos quisiera que la tierra me tragara por completo. Pero no, la cosa es que estaba en una encrucijada que no sabía como escapar o quizás si sabía sólo que, mis piernas no reaccionaban.
¿Y cómo hacerlo con tremendo espectáculo?
Definitivamente no podía respirar y las ganas de vomitar se incrementaron cuando aquella chica desconocida soltaba aquellos gemidos sin descaro alguno, y por otra parte aquel chico era un cínico de primera ya que en vez de detener aquella escena seguía y sin dejar de mirarme.
¿Y por qué no te vas? ¡Aceptalo te gusta el morbo!
Estúpida Conciencia de mierda.
-¡Ah Kayden!- negué frenéticamente reprimiendo las ganas inmesas de expulsar todo lo que ingeri esta mañana además de gritar cómo una loca para que se detuvieran. Pero, debía calmarme y omitir todo aquello pero mi mente seguía sin aclararme nada y eso me frustraba, y ni de hablar de mis piernas que se quedaron estampadas en el suelo-¡Ahhh!
Aquel grito me descolocó por completo y no por qué podía ser un claro gemido si no que aquella chica se había percatado de mi presencia y toda avergonzada comenzó a vestirse mientras el estúpido chico ese solo reía descadaramente, lo cual definitivamente me molestó pero no esperé más y me marché.
Definitivamente tus piernas son oportunas, ¿no es así?
¡Callate!
-¿Peyton?- escucho mi nombre y rápidamente salgo de mis locos pensamientos y me dirijo a la dueña de esa voz- ¿Te sucede algo? Tardaste demasiado.
¿Qué si me sucede algo?
Demonios, ¿Cómo explicar de la escena de porno que acabo de ver? Además no creo que sea importante a decir verdad.
Claro... Y por eso casi te demayas en el baño ¿No es así?
Maldita perra.
-Claramente me perdí cuando venía de regreso- aclaro observando su ceja alzada- ¿Ya podemos irnos? Ya me quiero ir.
Mila suspira y me entrega un papel y al verlo me percate de que era mi horario.
-Cómo pudiste darte cuenta es nuestro horario- dice desanimada cosa que me hizo sentir algo de culpa- Mañana mismo empezamos.
-Sabes perfectamente que puedes cambiar de carrera, Mila- hace una mueca-Oh tal vez estudiar las dos.
Tuve que reprimir una risa al ver su cara de asombro. Si bien es cierto que estudiar una carrera es un dilema, estudiar dos sería un completo caos. No obstante, para Mila sería muy fácil sólo que, tiene que ocultarlo de su padre.
