Capítulo II

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Emily despertó lentamente, los ojos le pesaban y apenas distinguía lo que veía. Cuando todo se aclaró quedó mirando el techo, uno blanco como el de un hospital.

—“¿Fue un sueño?” —intentó levantarse pero todo le dolía

—No se levante, ¿Cómo se siente? —la detuvo una joven pelinegra vestida de blanco

—¿Donde... —hablar le era difícil —estoy? —susurró

—Está a salvo —intentó recostarla pero se negó

—¿Estoy en el hospital? —no recibió respuesta —mi familia —un intenso dolor de cabeza la aturdió

—Señorita, preocúpese por usted. Necesita descansar

—Responde —se levantó débilmente

—Por favor, regrese —la tomó del brazo pero Emily se soltó de un tirón saliendo con prisa

Al cruzar la puerta quedó atónita ante la vista, afuera había pequeñas casas blancas bien ordenadas como en la que ella estaba, artefactos extraños por todos lados y lo más extraño era la luna que se veía más cerca y gigantesca.

—¿Dónde estoy? —susurró

—Pronto lo sabrá, lo que necesita es descansar para que sus heridas sanen —la haló levemente —estuvo inconsciente 3 días, sus heridas no tardan en sanar, luego vendrá alguien por usted —salió sin que Emily pudiera decir nada

—¿Heridas? —se tocó las piernas y se levantó el pantalón, tenía raspones por todos lados —todo fue real —comenzó a llorar

Miró su leve reflejo en un cristal, estaba vestida con pantalones y camiseta blanca.

—¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? —se desesperó y lloró sin consuelo —mamá, papá... —susurró abrazándose a sí misma

Las horas pasaban y se le hacían eternas, observó por una pequeña ventana y la noche se asomaba, chicas jóvenes entraban y salían de las otras casas, sólo atinó a recostarse, descansar y no pensar en nada. Aunque aquello fuese inútil, los recuerdos llegaban como aleadas y mientras dormía la atormentaban.
No estaba segura pero calculó que pasaron varios días, estaba recuperada y alguien abrió la puerta

—Sígueme —otra joven la esperó en la puerta

—¿Que es éste lugar? —cuestionó caminando

—Pronto sus preguntas serán respondidas

La dirigió fuera de un muro y pudo ver muchas personas vestidas como ellas, de blanco. Y otras con otras ropas, algunos confundidos, otros tranquilos.
Cuando se dió cuenta la joven que la había acompañado ya no estaba.

—Bien... —un joven pelinegro con ropas marrones y un tatuaje a lo largo de su brazo llamó la atención de todos —bienvenidos, muchos tienen preguntas y están confundidos...

Colocó las manos por detrás y comenzó a caminar.

—Pero lo único que deben saber es que están a salvo y dependerá de ustedes continuar así... —al escuchar eso Emily se confundió más

—¿A qué se refiere? —cuestionó una chica de cabello  rojizo

—Serán entrenados... —respondió con firmeza —de ahora en adelante seré su instructor pero por poco tiempo. Lo demás lo entenderán conforme pase el tiempo. Ahora son considerados reclutas, se dividirán en 2 tiendas, una donde estarán solo las mujeres  y la otra para los hombres. Se vestirán iguales para que no haya ningún problema. Mi nombre es Rex y bienvenidos al planeta Beta —se retiró

LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3  [COMPLETA] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora