- Gracias.
Con aquella redonda moneda podría comprarme una pequeña botella de agua. Bueno, sólo si cruzaba toda la ciudad y llegaba al lado opuesto de donde me encontraba en estos instantes. Solamente en " 24 HRS " vendían agua a ese precio. Así que hacia allí iría dirigida.Aquella mujer que me dio la moneda la tiró a mi vaso como si no tuviese valor alguno.
El sol había decidido que ya era hora de acostarse, y sin ningún remordimiento, me dejó. Así sin más. Otra vez más.
Las calles, aún algo desconocidas para mí me abrieron paso entre la ciudad hasta el " 24 HRS ".
- Cincuenta céntimos.
Su asqueado semblante lo decía todo sin necesidad de comunicación verbal; olía a rata muerta y mis pintas serían peores.
- Gracias, adiós - me limité a susurrar tras entregarle la moneda.Ya está. Otra vez sin nada más que mi alma. Me terminé la botella demasiado rápido y lo sabía pero la tentación era demasiado grande e irresistible.
" Mal JC, mal. Lo has hecho mal. Otra vez. "
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JC
Документальная прозаYa está. Otra vez sin nada más que mi alma. Me terminé la botella demasiado rápido y lo sabía pero la tentación era demasiado grande e irresistible. "Mal JC, mal. Lo has hecho mal. Otra vez."