62. ᴛᴇᴏʀιᴀ ᴅᴇʟ ᴄᴀᴏs

404 46 24
                                    

๛Taehyung había perdido la noción del tiempo en lo que esperaba que Jungkook despertara.

Lo había visitado un neurocirujano a petición del mismo cocinero para asegurarse de que nada fuese mal y de que su esposo despertaría en cualquier momento.

Eso era justo lo que había mencionado el hombre, dijo que todo estaba en orden y que sólo estaba descansando y reponiendo energías.

Seokjin no había tenido tiempo de chequear el estado de Jungkook, Taehyung se había enterado de que estaba con demasiado trabajo producto de un accidente un tanto complicado y que el neurocirujano llevaba ya varias horas en cirugía intentando salvar la vida de alguien.

Para ese entonces Taehyung sólo podía considerar el hospital que dirigía su esposo, como un lugar cargado de malos presagios y sufrimiento.

Nunca se había detenido a pensar en las cosas horribles que allí sucedían, la cantidad de personas que morían a diario en ese lugar y lo estresante e injusto que eso era para un hombre como su esposo, quien debía convivir a diario con esas preocupaciones y pesar.

Estaba constantemente temiendo que alguien de su familia llegara a ese lugar y no consiguiera salir del mismo, pero incluso siendo su esposo un cirujano el no le había tomado jamás el peso a la fragilidad de la vida.

En un momento estás bien y luego ya no estás.

Talvez lo mejor para su Jungkook luego de recibir el alta médica sería considerar la opción de retirarse.

Taehyung era consciente de lo necio que era su Jungkookie y que aunque le diera mil argumentos válidos, el se negaría a aceptar aquella propuesta.

Taehyung podía fácilmente ser el proveedor de su familia, pero sabía que para Jungkook no sería una opción quedarse en casa cuidando de los niños.

Y no es que el cocinero creyera que los niños no le darían trabajo por montones, era más probable que el infierno se congelara a que sus pequeños bandidos fuesen buenos niños con su padre, pero entre estar en casa y tener que vivir su ajetreada vida en ese hospital no había punto de comparación.

Taehyung observó a la distancia a su suegra pasearse por el pasillo intentando nuevamente comunicarse con el padre de Jungkook, le había pedido prestado su móvil pero continuaba sin recibir respuestas de su esposo haciendo que comenzara a preocuparse seriamente por su paradero.

Taehyung estaba seguro de que el hombre había decidido visitar a sus nietos, probablemente lo había visto dormido y acompañado de Soobin y había optado por ir a casa a acompañar a Yeonjun.

Los niños eran la luz de los ojos de sus suegros, si el matrimonio no estaba presumiendo los logros de sus niños con sus amigos, ellos estaban constantemente llamando o visitando a sus nietos.

Aún no tenía noticias de Yeonjun, probablemente estaba demasiado ocupado atendiendo a sus hermanos y a sus visitas.

Jisoo había asegurado que estaría a primera hora esa mañana en el hospital, pero tampoco había llegado aún.

No entendía muy bien que estaba pasando, nada tenía sentido pero si se detenía a pensar en lo absurdo que había sido todo desde que se enteró de la insuficiencia cardiaca de su esposo, no es que pudiese encontrarlo una razón de ser al caos en que se había convertido su familia.

──Este hombre ── se quejó su suegra entrando en la habitación en donde Taehyung permanecía con Jungkook── jamás contestó mis llamadas, pero al menos pude hablar con Yeonjun ── señaló ── el dijo que se supone que su abuelo pasaría por Jisoo ── aclaró lo que había mencionado su nieto ── se supone que ella vendría esta mañana, pero no pudo con su consciencia por no haber estado contigo durante la cirugía de su hermano

Peaches and Cream // Libro N#2 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora