El canto de un Dios

1.4K 211 19
                                    

–Jagā, recordé que no me gusta el pastel y bueno a ti parece que te gustó mucho, ¿Quieres el mío?–, susurro Aiza en el oído de la gata.

Jagā le dió una sonrisa de agradecimiento cuando tomo su pastel, Aiza simplemente sonrió mientras que internamente estaba llorando, el pastel era su cosa favorita y desde que destruyó la cocina intentando hacer algo que no sea un postre ya no le permiten hacer nada.

Jagā se acercó a Quetzalcóatl y le regaño por haber comido su pastel tan rápido, Quetzalcóatl solamente se deprimió mientras explico que no había quedado pastel para Miko y le dió el suyo, Jagā se tenso al recordar el beso de la sacerdotisa pero realmente no tenía que pensar en eso, necesitaba seguir el plan.

–Quetzalcóatl-sama diga ahhh–, hablo tiernamente mientras tomaba una cuchara llena de pastel.

Quetzalcóatl se sonrojo cuando recordó que en su vida anterior o mejor dicho suyo anterior había visto esta escena amorosa varias veces, de hecho la había vivido en carne propia... Pero Jagā no lo haría o si, ella no es del tipo coqueta, es más de llevarme la contraria y ser tímida.

Con vergüenza tomo rápidamente el pastel manchando los labios con la crema de este, Jagā sonrió mentalmente y con un brote de valor uso su dedo para limpiar los labios de su Dios y luego lamió la crema de sus dedos, Jagā noto lo que había hecho y con vergüenza se volteo tropezando con la mesa y tirando el pastel.

Todos se congelaron en ese momento, Jagā quería que la tierra la tragara, Aiza quería su pastel devuelta, era demasiado joven para ser tirado es decir acababa de ser cortado, todas las demás sacerdotisas miraban a Jagā mientras empezaban a formular más planes, exepto Miko ella se estaba riendo de la desgracia de la gata, por otro lado Quetzalcóatl seguía en shock por lo que había hecho Jagā, definitivamente la gatita estaba jugando al coqueteó o talvez lo hizo inconscientemente y cuando lo noto trato de huir... Si eso era más factible.

Los ojos de la antigua sacerdotisa brillaron, necesitaba ayudar a Jagā y para eso debería romper el ambiente de absoluta vergüenza que ella misma había creado, era momento de que las sacerdotisas cantarán, aunque Jagā no cantaba mal definitivamente desentonaría... Ella se quedaría a solas con Quetzalcóatl y podrían hablar... Un buen momento para declarar sus sentimientos.

–¡¡Bien, chicas es momento de que cantemos!!–, exclamó la más grande llamando la atención de las demás.

–¡Hai!–.

Jagā se desespero, ¡cantar! definitivamente no era buena en eso, no lo suficiente al menos y no sabía las canciones que cantarían, ella estaba en este punto en una desesperación grande cuando sintió la mano de Quetzalcóatl tocando sus hombros.

–Buena suerte chicas Jagā y yo las esperaremos aquí–, ante las palabras del Dios todas sonrieron pero una lo hizo falsamente, Miko definitivamente no quería aceptar esto.

–Pero señor, no sería mejor que usted cantará con nosotras... Es decir está podría ser la última vez que celebremos juntos–, una excusa en la que nadie quería pensar, el sueño de Quetzalcóatl dónde el dios terminaría muriendo, definitivamente no era algo que querían recordar.

El dios asintió, tenía varias canciones que podrían funcionar, al menos le gustó un poco la música clásica y con su poder podría replicar y mejorar cualquier cosa o bueno casi cualquier cosa, el dios se separó de Jagā y subió al escenario con sus sacerdotisas, el mundo sobre natural prehispánico estaba esperando con ansias el canto de las hermosas sacerdotisas pero nadie esperaba esto, todos se quedaron atónitos cuando su dios subió al escenario... Que tocaría un ser como el.

El canto de Quetzalcóatl acompañado de los instrumentos tocados por las sacerdotisas era magnífico pero reflejaba una tristeza implícita en cada nota, los variados rangos vocales que poseía el dios hacían parecer que eran tres personas las que cantaban, las melodías y las notas encajaban perfectamente, el ambiente paso a ser uno místico dónde la tristeza era palpable pero en realidad nadie estaba triste nadie exepto alguien, Quetzalcóatl.

Mientras cantaba empezó a pensar en su vida, todo lo que había podido hacer y todo lo que dejó para después, incluso este sueño que parecía un paraíso tenía que acabar... Si todo lo bueno acaba por qué no lo aprovecho cuando pudo, quería vivir más, quería hacer más pero a hora el tiempo era lo que lo limitaba.

Su canto triste fue acompañado por los instrumentos y por las lágrimas de todos, un canto tan magnífico pero tan triste.

Jagā simplemente quería estar con su amigo, sentía la necesidad de hacerle recordar que no estaba solo.

♠️[<Nota del autor>]♠️

Las canciones que cantó fueron "S.O.S y sinful passion" de Dimash, no tiene importancia en la historia pero sería bueno que las escucharán.

Por muchos considerado como el mejor cantante del mundo, al menos en China lo fue desde 2017... También hay muchos videos en Youtube de gente reaccionando a su rango vocal que simplemente es diferente a lo que comúnmente se espera.

♠️[<Fin de la nota del autor>]♠️

Quetzalcóatl un dios en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora