Road to ninja | NaruSaku

Una extraña cita

Naruto y Sakura habían salido del hospital para buscar a la pelirrosa que había abandonado el edificio tan alterada. Sin embargo la Ninja médica llevaba un rato pensando.

- Naruto. - Dijo ella deteniéndose.

- Dime. - Contestó el rubio mirándola.

- No sé si es buena idea... creo que realmente probablemente ella quiera estar sola. - Dijo Sakura pensando.

- ¿Por qué? - Preguntó el rubio.

- "Creo que ella en realidad..." - La pelirrosa tenía ciertas sospechas sobre Sakura y Menma. - Dejémoslo para mañana mejor. De todos modos yo iré a casa y si la veo pues ya intentare animarla. - Dijo Sakura recordando que ya estaba atardeciendo.

- Vale Sakura-Chan... pues iré a casa también con mis padres... - Dijo el rubio sintiéndose raro al decir eso último.

- Supongo que... ¿Te lo estarás pasando bien no? - Preguntó la pelirrosa con curiosidad.

- La verdad es muy raro... pero... muy agradable también. - Dijo el rubio pensando en el tiempo que estaba pudiendo pasar con Minato y Kushina.

- Pues venga ve... y aprovecha. - Dijo Sakura sonriendo.

- Vale Sakura-Chan... pero si ocurre algo avísame. - Dijo el rubio.

- Claro por supuesto. Nos vemos Naruto. - Dijo la pelirrosa despidiéndose del rubio.

Sakura comenzó a caminar hacia la casa en la que estaba pasando estos días. Ella sabía que su Alter Ego no estaba así por nada. Probablemente paso algo mucho más fuerte con Menma de lo que decía. O quizás sentía por el algo más que lo que reconocía.

- Hey... te he encontrado. - Dijo un chico animado por detrás de la pelirrosa.

- ¿Eh? - Se giró Sakura para a verle. - Ah... Sasuke-Kun. - Dijo la pelirrosa muy extrañada todavía al verle así.

- Te estaba buscando. - Dijo el chico sonriendo colocando un brazo sobre el hombro de Sakura.

La pelirrosa se sonrojo con el contacto del chico. La verdad todo aquello era demasiado extraño y probablemente la ojiverde jamás podría haberse preparado mentalmente para ello.

Ella había crecido toda su infancia con un amor platónico hacia aquel chico que parecía perfecto. Después se convirtió en un buen compañero y el sentimiento de estar con el creció algo por la interacción.

Luego se convirtió probablemente en una de las cosas más dolorosas de toda su vida y con el paso del tiempo aceptó que la relación entre ellos dos jamás se consolidaría. Y en realidad ella todavía tiene fuertes sentimientos contradictorios hacia el pero después de todo lo que ocurrió ella ni siquiera deseaba ya tener una relación amorosa con él.

Y su corazón en lugar de rebosante de amor y esperando que aquel chico la acepte más bien lo que estaba era totalmente destrozado y deseando que saliese de el para dejar de atormentarla.

Varios intentos de asesinato y un desprecio generalizado de toda la vida. Además lo que a Sakura mas le dolía... el Uchiha atentaba contra la felicidad y la integridad de su mejor amigo y eso no se lo podría perdonar jamás. Quizás lo otro si pero lo último no.

Sakura había imaginado mil situaciones posibles con Sasuke de vuelta en su villa. Y la verdad es que había llegado a darse cuenta de que aunque él le pidiese perdón. Cosa imposible. Que aunque él se enamorara de ella. Cosa imposible. Aun así lo rechazaría... tenía el corazón demasiado roto y esas cosas no se arreglan tan fácilmente.

- ¿Y por qué me buscabas? - Preguntó la pelirrosa extrañada.

- Había pensado que quizás te gustaría ir a cenar conmigo esta noche. - Dijo el chico cogiendo de la mano a la pelirrosa.