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DESCENDER DE MUERTE
ORIGEN DEL GUARDIAN DEL QUINTO NIVEL INFERNAL "IRA Y PEREZA"
Era el año de 1392 donde la dinastía Min en la dimensión mística retomaba el poder ante los invasores mongoles y japoneses organizados. Los familiares de cada "mistu" como se hacían llamar los habitantes de ese mundo, caminaban a su lado como aquellos guías espirituales que cuidaban de ellos y les otorgaban ciertos dones. Haciéndolos únicos e incomparables. El rey SuGue, conocido y respetado por ser justo y considerado con su pueblo y las naciones hermanas. Logró unificar y apaciguar la mayoría de los desacuerdos en aquella civilización.
Con un rey de corazón generoso y su guía espiritual el gran dragón quilín. Le enseñó a su pequeño heredero el sendero de un verdadero rey. El príncipe Min Yoongi, un pequeño niño de piel pálida y cabello dorado como el más fino hilo vivían en armonía y atendían las demandas de una nación que los reconocía.
La familia Min, era la única con familiares espirituales dragones. Sin embargo, a pesar del evidente poder frente a otros. Min SuGue, se mantenía humilde para poder reflejar el rey que algún día también sería Min Yoongi, su primogénito cuyo dragón de vida resguardaba la fertilidad de su tierra y la repartición equitativa hacia otros reinos.
Min Yoongi aún era joven para entender porque su padre parecía tener días en velas, sentado frente a su cálida chimenea mientras sus ojos reflejaban un vacío tan profundo. SuGue pensaba que a pesar de darle todo a su hijo, Yoongi necesitaba algo más que simples comodidades materiales. Su hijo debía aprender del amor que solo una madre podría proporcionar. Aun cuando el rey se esforzará en hacerlo comprender situaciones de bondad, respeto y justicia, él hombre de piel canela sabía que no era suficiente. Su difunta esposa, una mujer de corazón bondadoso le mostró ese mundo, le enseñó una vida donde todos los hombres aprendieran a compartir, donde la convivencia con sus familiares místicos también pudiera están en sincronía con sus amos.
Aquellas enseñanzas que la madre del príncipe Yoongi le mostró de joven, había influenciado su actual mandato. Así que, él quería mostrarle ese camino dados por una mujer. SuGue desesperado por el despertar de ese corazón cálido en su retoño. Dio la oportunidad al amor por segunda vez buscando una madrastra que no solo fuera consciente de las responsabilidades de ser un rey justo, sino una madre ejemplar. Y, sobre todo, supiera sobrellevar el poder que recaería en sus manos.
Aunque no hubiese mucho que decir del pequeño príncipe, el hombre sabía que su pequeño hijo había heredado ese gusto por ayudar a los demás, su carácter calmado y apacible lo abalaba y proyectaba como un buen rey. De otro modo, su guía espiritual no habría sido un poderoso dragón tan activo y quien otorgara la vida. El pequeño Min, tenía quizás el familiar más importante en ese tiempo. Siendo solo un niño, él quería ser igual a su padre.
Unos reyes con pasado justo y próspero, pero con futuro oscuro.
Min Yoongi cerro la reliquia que narraba la historia de su dimensión. Si tan solo su padre se hubiese dado cuenta de que aquella mujer lo llevaría a la locura, y que la "bondad" en Seugi solo eran actos perfectamente pensados para su beneficio. Quizás de esa manera, no hubiese sucumbido a la única forma de salvar a su reino de la invasión inminente y traición interna. Morir o hacer morir, esa era la única elección. Un príncipe debe de sacrificar su propia alma para lograr conmemorar lo último que quedaba de la dinastía Min.
